Subbética

La operación relámpago de soldados romanos que destruyó el recinto íbero de La Viñuela en Almedinilla

  • Los arqueólogos recuperan tachuelas de caligae, puntas de flecha sagitta, flechas de ballesta tipo escorpión y fíbulas

Yacimiento de La Viñuela en Almedinilla.

Yacimiento de La Viñuela en Almedinilla. / M. G.

Los tractores estuvieron a punto hace unos meses de dañar el yacimiento arqueológico de La Viñuela, en Almedinilla, aunque lo cierto es que este recinto íbero tardío fue destrozado mucho antes. Tal y como ha avanzado el arqueólogo municipal y director del Museo Histórico, Ignacio Muñiz, el trabajo de campo de urgencia desarrollado en el entorno lleva a concluir que la destrucción del recinto pudo ser "violenta y coetánea" a la del Cerro de la Cruz.

Y a esta conclusión se ha llegado porque en la prospección se han hallado tachuelas de caligae, puntas de flecha sagitta, flechas de ballesta tipo escorpión o fíbulas, vestigios que apuntan a una única dirección: "El asalto y toma violenta del recinto por parte de soldados romanos". Eso sí, tuvo que ser una "toma rápida y sin asedio", ya que una de las características de los asedios es la aparición de glandes que aquí no se encuentran.

En el trabajo de campo han participado Manuel Abelleira, Manuel Ramírez, Francisco J. Matas y Andrés Adroher, aparte del propio Muñiz. A falta de consensuar las interpretaciones, los arqueólogos concluyen que el recinto de La Viñuela es una construcción de cultura ibérica tardía de carácter singular, de 70 por 9 metros, realizada "con cierto esfuerzo y gasto de energía" a partir de un muro que en origen tenía un mínimo 1,5 metros de altura y, "seguramente", otros 1,5 metros perdidos. Así se creó un espacio rectangular que en su interior estaba compartimentado en diferentes estancias.

Hasta ahora se han documentado dos, con al menos una planta y semisótano, y se han encontrado huellas de vigas. Los muros tenían un zócalo de piedra de un metro de altura y un alzado de ladrillos de adobes cuyo derrumbe se ha documentado "muy bien". La altura del recinto sería, por tanto, de unos seis metros, lo que le daría el "semblante" de una fortificación.

Ubicación en el plano de los hallazgos. Ubicación en el plano de los hallazgos.

Ubicación en el plano de los hallazgos. / Muñiz

¿Y cuál fue su uso? Los expertos concluyen que se trata de una construcción aislada, que no formaba parte de un poblado fortificado (oppidum). De manera coloquial, se trataría de un recinto fortificado que se habría utilizado para "la defensa y control visual del territorio". La Viñuela -describe Muñiz- se ubica en lo alto de un cerro protegido por los tajos naturales en su cara Sur y directamente relacionado visualmente con el poblado ibérico del Cerro de la Cruz. También tiene visibilidad con las antiguas Ipolcobulcola (Carcabuey) , Iliturgicola (Fuente Tójar) , Cueva de los Mármoles (posible santuario en época ibérica), Torre Morana (Baena), el poblado del Cerro de las Canteras (Alcalá La Real), Tucci (Martos) y Obulco (Porcuna). 

Otras posibles funciones que pudieron actuar simultáneamente serían el control de algún recurso y el almacenamiento de ese recurso. "No descartamos también un uso cultual, pero hoy por hoy sin datos. Estas funciones, de existir, debieron estar combinadas en cualquier caso con las labores propias de la vida cotidiana, ya que hemos encontrado evidencias de cocina, trabajo en telar, almacenamiento y posible zahurda", avanza de manera provisional.

La Viñuela es un yacimiento de los llamados "monofásico". Su construcción se sitúa en el periodo ibérico tardío y se centra en el siglo II antes de Cristo. Han aparecido cerámicas indígenas -ánforas pintadas y sin pintar, platos de borde vuelto, toneletes, lebrillos, ánforas Campamentos de Numancia, morteros del Bajo Guadalquivir- con un nivel de "incendio potente". Tras este desastre, no se ha testimoniado ocupación posterior.

Los restos del recinto, eso sí, se usaron "de forma intensiva" en la Guerra Civil española, como atestiguan, entre otros aspectos, la "gran cantidad de alambres que hay en la zona junto a clavos modernos, cartuchos, balas y peines de máuser". Correspondería a una posición dentro del frente de guerra estable que se ubicó en el término municipal de Almedinilla y que ya tenía documentado el Museo Histórico de Almedinilla.

Muñiz ha agradecido a los propietarios de la finca el apoyo y facilidades dadas para la investigación, y ha comunicado que por parte del Ayuntamiento no se va a continuar con la denuncia que en su día, a través del Seprona de la Guardia Civil, se realizó ante el deterioro que supuso para el yacimiento arqueológico las labores agrícolas practicadas. Y es que la intervención ha comprobado que la afectación "no fue irreversible" y que el "buen talante" de los propietarios "propicia un acuerdo más provechoso para todos que el que pueda salir de un laberinto judicial".

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