Puente Genil cuestiona su seguridad

Campiña Sur

El municipio tiene una tasa de criminalidad más baja que la media, pero los sucesos acaecidos en los últimos meses despiertan la preocupación de la población

La Guardia Civil identifica al presunto autor del último tiroteo

Agentes en la barriada Poeta Juan Rejano, en Puente Genil.
Agentes en la barriada Poeta Juan Rejano, en Puente Genil. / El Día

¿Es Puente Genil un municipio seguro? La pregunta se la hacen estos días muchos pontanenses a raíz del debate abierto en la localidad tras el tiroteo del lunes en la barriada Poeta Juan Rejano, que dejó un balance de dos heridos, y que se ha unido a la ya larga lista de sucesos acaecidos en la población en los últimos meses, una situación que está colmando la paciencia de la ciudadanía.

Si nos atenemos a los datos de criminalidad que ofrece trimestralmente el Ministerio del Interior, Puente Genil ha experimentado un ligero repunte de las infracciones penales en el segundo trimestre del año, un aumento de un 3,7% que no parece ser preocupante, ya que a pesar de este la tasa de criminalidad del municipio en 2025 es más baja que la media andaluza y nacional. En lo que ha transcurrido de año, han bajado los delitos contra la propiedad, pero, por contra, en los últimos años aparecen en la estadística delitos graves, como es el caso de dos homicidios dolosos o asesinatos consumados –los mismos que registra la capital cordobesa con una población diez veces mayor que la de la localidad pontanesa-, y tres en grado de tentativa, además de seis delitos contra la libertad sexual. Igualmente, también es llamativo el incremento de los delitos relacionados con el tráfico de drogas, que pasan de uno a diez, en este caso reflejo de la actividad de los cuerpos de seguridad. En los delitos más graves se ha esclarecido el 100% de los denunciados.

Estos datos se revisan en el contexto de sucesos trágicos como el atropello mortal de una joven de 24 años junto al parque de Espuny, que reveló la incapacidad de poder hacer frente al fenómeno de las carreras ilegales de vehículos. Apenas dos meses después, un tiroteo en Nochevieja, con un saldo de un muerto y varios heridos de gravedad, dejó entrever que el entorno de los bloques de viviendas de la calle Bailén sigue demandando atención específica por parte de los agentes de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado. En marzo, Puente Genil volvió a quedar manchado por otro suceso, esta vez en la calle Murcia, en la zona del grupo de María Dolores, cuando otro vecino resultó fallecido alcanzado por una bala en la cabeza en medio de los disparos.

Clanes dedicados al narcotráfico

Junto al reciente tiroteo en la barriada Poeta Juan Rejano, lugar de una importante problemática social y foco constante de vigilancia policial, estos han sido los hechos más relevantes a nivel mediático, pero no los únicos; de hecho tanto la Policía Local como la Guardia Civil han ido trabajando codo con codo a lo largo de los últimos meses para identificar, localizar y detener a individuos que sistemáticamente han venido transgrediendo la convivencia. Por eso, lo vivido esta semana ha motivado que el alcalde, Sergio Velasco, haya dicho basta, solicitando al Ministerio del Interior un refuerzo de los efectivos y de los medios técnicos y materiales de la Guardia Civil para hacer frente a un problema latente que el regidor ha vinculado con la existencia de clanes dedicados al narcotráfico asentados en barrios normalizados de la localidad, e incluso con acceso a armas con las que hacer frente a todo tipo de situaciones, incluida la propia presión de los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Sin alarmismos: Puente Genil, con casi 30.000 habitantes, es una ciudad de tamaño medio, con buenos servicios, una amplia oferta comercial, de hostelería y restauración, donde se puede salir a la calle con normalidad, donde sus habitantes hacen de la hospitalidad a los visitantes uno de sus grandes distintivos, y donde hay empresas de renombre que contribuyen a que el municipio experimente un crecimiento económico, industrial y turístico, tal y como ocurre en Navidad con su espectacular iluminación. Pero precisamente, el hecho de contar con calidad de vida y con excelentes comunicaciones, tampoco ha pasado desapercibido para quienes se dedican a las actividades ilícitas, que ahora ya no se limitan a actuar expresamente en los barrios donde históricamente han estado asentados, algo que también nota la ciudadanía, que ve cómo proliferan los coches circulando a velocidad excesiva, cómo cada vez se ve más a los jóvenes que participan del negocio de la droga y como esa tenencia de armas que todos temen, se visualiza.

Estando así las cosas, la reacción de la subdelegada del Gobierno, Ana López, pidiendo contención, responsabilidad y confianza en el trabajo de los efectivos policiales, ha sido la esperada, pero López no ha desaprovechado la ocasión para hacerle una severa crítica al alcalde pontanés pidiéndole que no cree alarma innecesaria, recordándole además que si hace algo más de un mes, tras la Junta Local de Seguridad, Velasco afirmaba que los datos de infracciones penales eran muy buenos, la cosa no ha podido cambiar tanto para mal en tan poco tiempo.

Resultado del celo profesional

Para la subdelegada, que el alcalde plantee la posibilidad de convocar una manifestación demandando medidas para la mejora real de la seguridad ciudadana es un “movimiento político”, pero con independencia de que pueda serlo o no, para muchos pontanenses la gravedad de los hechos que están pasando en los últimos meses en la ciudad, requieren de una respuesta más drástica y menos tibia. Y así lo comentan en tiendas y calles.

Puente Genil, con su identidad propia y el carácter que forja a una población que hace varias décadas perdió a la Policía Nacional y que siempre ha tenido que salir a la calle para conquistar lo que le pertenece, no parece dispuesta a claudicar tan fácilmente en materia de seguridad, y el ejemplo estuvo en las más de 3.000 personas que salieron a la calle tras el atropello mortal de Andrea. Aunque el riesgo cero no existe, nadie en la localidad se acostumbra a que en nueve meses haya habido tres tiroteos saldados con dos muertos y cinco heridos, sin contabilizar otros disparos al aire que puntualmente también han sobresaltado a los vecinos.

Tampoco se puede olvidar que si las cifras de delincuencia repuntan es porque los agentes de la Guardia Civil están haciendo bien su trabajo, complementando su labor con la de Policía Local, y eso se traduce en más detenciones y en más actividad de prevención para evitar delitos. Los pontaneses están de acuerdo en que se hace un gran trabajo con los medios que se tienen, pero dada la casuística de la población, lo que se ha generado, lo que ha ocurrido y lo que puede estar por venir, la percepción mayoritaria entre los ciudadanos es que se requiere de un refuerzo para que Puente Genil sea una localidad más segura y, de esa forma, no normalizar lo que está ocurriendo.

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