El popular Baldomero García asume la Alcaldía de Pozoblanco

Jornada histórica para Pozoblanco. Después de tres décadas de gobiernos y alcaldes socialistas, la ciudad vallesana cuenta desde ayer con un nuevo regidor, del Partido Popular para más señas y que responde al nombre de Baldomero García Carrillo. Gobernará el Ayuntamiento hasta las próximas elecciones municipales después de lograr el voto de los seis ediles de su grupo, los dos del PA y el ex alcalde Benito García de Torres en un Pleno extraordinario celebrado para elegir a un nuevo regidor tras la dimisión del ex primer edil, que se produjo el pasado 22 de junio.

Se trataba de tres votos más o menos anunciados. Lo que sorprendió al centenar de personas que como público que se dio cita en el salón y a la mayoría de los concejales fue que IU presentara candidatura a la Alcaldía, ya que su portavoz, Manuela Calero, había defendido en más de una ocasión que su grupo apoyaba al socialista Manuel Llergo como alcalde. Eso se tradujo en dos votos para IU, los de sus dos ediles, que se le restaron al PSOE, partido que logró los seis de sus otros tantos ediles. "Hemos presentado nuestra candidatura para favorecer que gobernara la lista más votada en las próximas elecciones, algo que no ha ocurrido por el apoyo de un tránsfuga al PP [refiriéndose a Benito García, expulsado del PSOE]", justificó Manuela Calero, quién recordó que "nosotros propusimos un gobierno PSOE, PA e IU para acabar con esta crisis municipal, que hubiéramos votado si se hubiera aceptado".

Tras 30 años de gobierno socialista ininterrumpido en Pozoblanco, los seis concejales del PP formarán un equipo de gobierno en el que también tendrán delegaciones los dos ediles del PA. "Todavía no hemos cerrado cuáles, pero las tendrán; en los próximos días trataremos de ello", dijo el nuevo alcalde. Baldomero García, quien juró y prometió el cargo, aseguró que se sentía profundamente honrado, lleno de ilusión, sereno y consciente de la responsabilidad que asume. En su intervención tras la investidura se dirigió a todos los sectores socioeconómicos y poblacionales de Pozoblanco para insistir en que la proximidad y el diálogo serán los pilares fundamentales de "mi pequeño mandato", en el que también hará uso de "la firmeza, el rigor y la convicción". El nuevo regidor también hizo mención a los trabajadores municipales, "cuya complicidad es imprescindible para el nuevo rumbo que va a tomar el Ayuntamiento" y subrayó que será un alcalde que "escuche".

Antes del alcalde tomó la palabra su antecesor en el cargo, quien mostró su asombro por el voto de los dos concejales de IU. Benito García de Torres aseguró que le había dolido mucho votar al PP ["es la decisión más dolorosa que he tomado en mi vida", llegó a decir tras el Pleno], "pero era la única manera de que no tomara las riendas del gobierno municipal quiénes han traicionado a su alcalde y han dejado el Ayuntamiento en la crisis más negra que ha vivido en su historia democrática renunciando a sus delegaciones; porque yo le quité las delegaciones a dos de mis entonces concejales del PSOE, pero los otros cuatro renunciaron a ellas, provocando esas crisis que nunca debía de haber existido". García de Torres quiso dejar claro que la desconfianza en los concejales del PSOE era algo "que también me han transmitido los ciudadanos" y aseguró a Baldomero García, a quién acusó de haberse dedicado durante dos años a judicializar la vida política local y a frenar proyectos con su voto, que "mi voto no es un cheque en blanco, sino más bien una patata caliente". El ex alcalde aclaró que, "al contrario de lo que se ha insistido, "no tengo ningún pacto con el PP para que llegara a la Alcaldía,".

La portavoz de IU recalcó en más de una ocasión su dolor "porque no gobierne la lista más votada. Se ha burlado la libertad de Pozoblanco con un alcalde ilegítimo apoyado por un tránsfuga" y aseveró que "la ejecución de esta venganza personal [de García de Torres contra los concejales del PSOE] condena a Pozoblanco vivir otros dos años de inestabilidad municipal. Mientras, su homólogo en el PA, Emiliano Pozuelo, se puso a disposición del nuevo alcalde "al que hemos votado porque tenemos los pies en el suelo". Añadió que el PSOE necesita una profunda regeneración "si quiere volver a gobernar". Pozuelo resaltó que "no hemos presentado candidatura porque sabíamos que no teníamos los apoyos suficientes" y defendió que "como la ley electoral es muy injusta, ya que no gobierna quien quiere el pueblo sino quien quieren los políticos".

Cerró el turno de intervenciones el portavoz del PSOE, Serafín Pedraza, quien destacó que "aunque este procedimiento es legal, es éticamente discutible" por contar con el voto de "un tránsfuga". Pedraza aseguró que el mayor error del PSOE fue cuando en 2003 decidió incluir en su lista a Benito García, al que acusó en varias ocasiones de ser el causante de la crisis municipal y retó al nuevo alcalde a que deje "las pancartas y de pegar voces y mañana mismo [por hoy] firme el decreto de paralización de la licencia de obra del Paseo Marcos Redondo, porque si no entenderemos que es el primer incumplimiento con la población de Pozoblanco".