La Plataforma Stop Megaplantas Solares, surgida desde la asociación de vecinos de Morente, una aldea de Bujalance, ha denunciado que hay más de 40 plantas solares que esperan su aprobación en el Alto y la Vega del Guadalquivir. Esto supondrá que "la tierra más fértil de Europa dejará de producir alimentos básicos", las comarcas perderán "numerosos puestos de trabajo" y muchos vecinos tendrán "que emigrar de nuestros pueblos para beneficio de unos pocos".

De hecho, algunos agricultores de Morente han recibido atónitos "cartas de expropiación forzosa de sus tierras" porque los proyectos están siendo declarados de utilidad pública por parte de la Junta de Andalucía. "El impacto será irreversible y modificará brutalmente nuestro entorno, nuestro paisaje y nuestro modo de vida rural, abriendo aún más la despoblación que sufre Morente y eliminando su potencial y despegue turístico", advierten los vecinos.

La plataforma advierte de que "no es bueno dejarse llevar por cantos de sirena y recibir con los brazos abiertos a las energías renovables cuando son un negocio estrictamente financiero y especulativo, dando a las empresas privadas todo terreno que deseen ocupar".

Así, critican que tras las energías renovables "hay empresas que no son ONG y muchas tienen misma dirección, fecha de constitución y administrador único", por lo que se preguntan: "¿Son empresas diferentes?".

La plataforma cuestiona si es "un negocio de futuro para todos que miles de hectáreas de terreno fértil se cubran por placas sin tener en cuenta las nuevas tecnologías renovables (hidrógeno, geotermia) que podrían ser mucho más efectivas que la fotovoltaica actual en apenas unos años".

"¿Interesará que tantas placas funcionen cuando haya una energía más efectiva y barata o las empresas abandonarán las instalaciones por falta de rentabilidad y tendremos campos llenos de basura (placas inservibles, cercados, subestaciones eléctricas) y sin poder cultivarlos?", destaca Stop Megaplantas Solares.

Para finalizar, la plataforma aclara que no está en contra de las energías renovables, pero sí pide "analizar con calma este tema, planificando y con sentido común para no caer en las golosas tentaciones de un negocio en beneficio de una minoría a cambio del sacrificio de una comarca entera".