La LXVIII Fiesta de la Vendimia de Montilla-Moriles ha reunido en el patio de la Marquesina de las centenarias Bodegas Pérez Barquero a numerosas personalidades y rostros conocidos y otros no tanto que, sin embargo, también conforman el capital humano, de sabiduría y de conocimiento al que esta noche se ha rendido homenaje en este acto de apertura convertido en un maridaje montillano de emociones y deseos optimistas de futuro para la zona.

Entre estas personalidades estaban el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, Capataz de Honor saliente de la Fiesta de la Vendimia, o la ex ministra Carmen Calvo, que actuaba en calidad de presentadora de la Cofradía de la Viña y el Vino, colectivo que tomaba el testigo de Planas representado por su presidente, el enólogo Miguel Cruz. Se reconocían así los más de 30 años de este colectivo contribuyendo al conocimiento de las excelentes cualidades de los vinos de la DO Montilla-Moriles, y del que forman parte personalidades de la cultura como el Nobel Mario Vargas Llosa y el conocido hispanista Ian Gibson, además del desaparecido Antonio Gala.

Sería precisamente Miguel Cruz, Gran Maestre de la Cofradía y Cofrade Sarmiento, el responsable a continuación de presentar a uno de los grandes protagonistas de la noche, el bodeguero y presidente del Grupo Pérez Barquero, Rafael Córdoba García, una figura clave para entender la cultura del vino de Montilla-Moriles, encargado de pregonar en esta 68ª edición los vinos de esta tierra.

Rafael Córdoba brinda con una copa de vino durante el pregón.

El tema elegido por el empresario montillano, que desde que tenía diez años ha estado ligado al mundo de la vid y tras concluir sus estudios de Derecho, al mundo de la bodega, ha sido su propia experiencia vital. De ahí que haya recapitulado a través de su trayectoria, recordando al niño que fue, ya en contacto con el mundo del vino, en el Lagar de la Cañada, hasta hoy, como presidente del Grupo Pérez Barquero.

Todo ello sin dejar de constatar que “la situación actual no es la más deseada” con graves problemas en el campo como la sequía y el cambio climático, entre otros, pero queriendo transmitir, ante todo, una visión de futuro optimista, al resaltar también otros aspectos positivos como “el actual dinamismo del sector, la mejora en las instalaciones, en las marcas y en los tipos medios de vino, la diversificación o la gran investigación que existe en torno estos vinos”, y aprovechando la ocasión para pedir más ayudas para el sector a las Administraciones.

Tras este emotivo pregón, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, ha iniciado su intervención subrayando la gran labor que realizan los viticultores, los vendimiadores y vendimiadoras quienes han de “trabajar a unas temperaturas muy elevadas” a veces poniendo incluso su vida en peligro. En este sentido, Llamas ha querido recordar al trabajador fallecido durante la vendimia, enviando de nuevo a su familia el más sentido pésame y ha aprovechado en su discurso para celebrar el reciente inicio del expediente para declarar el vino dulce Pedro Ximénez de Montilla-Moriles como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, “una manera de dar singularidad a nuestra Denominación de Origen y que dará un importante impulso al sector”, ha dicho.

Por su parte, el presidente del Consejo Regulador de la DO Montilla-Moriles, Javier Martín, también coincidía con el edil montillano en reconocer “el trabajo y el esfuerzo de esas 7.000 familias que viven de los vinos de Montilla-Moriles”. De ahí, la importancia, decía, de este “reconocimiento que queremos de la Unesco para “poner en valor, no tanto el vino, sino el esfuerzo que hacen estas familias, nuestros agricultores, nuestras bodegas y cooperativas”, siendo este reconocimiento en definitiva “un homenaje a todos ellos”.

La corte de vendimiadores de la fiesta.

El pregón ha estado precedido por la coronación de la Vendimiadora y el Vendimiador Mayor, Rocío Guijarro y Francisco Jiménez, acompañados por su corte de Vendimiadoras y Vendimiadores y la entrega de diplomas al Capataz de Campo, Manuel Romero Prieto, presidente de la Cooperativa local de Aguilar de la Frontera, y al Capataz de Bodega, Anastasio García Urbano, capataz de la Cooperativa de La Aurora, de Montilla.

El acto ha finalizado con un brindis de todos los miembros de la presidencia, de la Cofradía de la Viña y el Vino y de las vendimiadoras y vendimiadores en la Sacristía de las Bodegas Pérez Barquero.