Una parada de AVE ganada a pulso
No es fácil coger la bandera de la alta velocidad en una comarca con necesidad de grandes infraestructuras y en la que lograr apoyos políticos, por muy buena y justa que sea la causa, es algo harto complicado
LA Plataforma Que pare el tren en Los Pedroches puede respirar un poco más tranquila desde hace unos días, desde que el Ministerio de Fomento anunció que ya está adjudicada la obra de construcción del apeadero de alta velocidad de Villanueva de Córdoba. Poco a poco, esta vieja reivindicación ha ido superando escollos políticos y administrativas hasta llegar al punto actual, en el que una empresa -Construcciones, Asfaltos y Control- tiene el encargo de levantar la estación por 2,65 millones de euros y un plazo de nueve meses. Sólo una catástrofe o un imprevisto muy grave podría paralizar ya una infraestructura que este colectivo se ha ganado a pulso.
Y es que no es fácil eso de coger la bandera de la reivindicación de una parada del AVE en una comarca en la que la necesidad de grandes infraestructuras es evidente, donde la despoblación es un serio problema y en la que lograr apoyos políticos, por muy buena y justa que sea la causa, es algo harto complicado. Como en todo colectivo que se precie, también son mejorables algunas de las actuaciones realizadas y el comportamiento de algunos dirigentes, pero a nadie escapa que la perseverancia y firmeza de la asociación ha sido una de las claves para lograr su demanda. Una prueba clara de ello ha sido todo el proceso previo a la adjudicación de las obras de la estación. Sólo 24 horas antes de que el Ministerio de Fomento anunciara la noticia, Que pare el tren en Los Pedroches ya había alertado de que cualquier retraso en el encargo de los trabajos sería demorar los plazos marcados por la propia Administración respecto a la puesta en funcionamiento de la estación, a primeros de 2011.
Pero además, la primera reacción de la portavoz del colectivo, Daría Romero, no fue precisamente la de lanzar halagos a diestro y siniestro para regocijarse de que por fin la obra ya estaba en marcha, sino la de recordar a quien corresponda que en enero de 2011 quieren subirse al AVE en Villanueva.
Parece claro que, al margen de un buen puñado de argumentos, la constancia y seguridad ha sido una de las armas que la plataforma ha sabido manejar para hacer realidad un sueño, como es que el AVE deje de pasar de largo por la comarca de Los Pedroches y que los propios ciudadanos de la zona se convenzan de que eso es posible, aunque sea llamando a muchas puertas. De hecho, es difícil encontrar una actuación tan peculiar como la estación de alta velocidad de Villanueva de Córdoba, con la participación de tantas administraciones.
De hecho, la Diputación asume parte de los viarios y los aparcamientos, la Junta de Andalucía es la que paga la mayor parte de la obra y la que mejorará la carretera de acceso, mientras que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) -dependiente del Ministerio de Fomento- es la entidad que gestiona la actuación, realiza los proyectos y pone en funcionamiento el apeadero. Incluso la Mancomunidad de Municipios se ha sumado a los acuerdos, aunque sea sólo como ente que aglutina a los municipios de la zona.
La estación parece conseguida. Ahora se inicia una nueva negociación, igual de dura que la anterior, en la que la frecuencia de parada de los trenes será la protagonista. Seguramente, Que pare el tren de en Los Pedroches tendrá de nuevo que enarbolar esa bandera, reclamar plazos y plazas, horarios y conexiones ante la escasa presión de algunos políticos, temerosos de herir sensibilidades en su partido, y la vehemencia de otros, también políticos, cuyo único ánimo es la beligerancia y debilitar al contrincante en las urnas. Y vuelta a empezar, aunque ya con un estación del AVE en el zurrón, que no es poco.
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