La ONCE aumenta sus ventas casi un 5% en la provincia de Córdoba en 2024
Balance anual
La cifra se sitúa en 57,8 millones de euros, de los que 32,5 ha ido destinados a premios
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Las ventas de la ONCE han crecido un 4,89% en la provincia de Córdoba en 2024, lo que las ha situado en 57,8 millones de euros. De ellos, 32,53 millones han ido directamente a premios, es decir se han devuelto directamente a los ciudadanos.
La organización ha presentado este miércoles su balance anual de actividad social y económica y ha explicado que de cada 100 euros que los ciudadanos han destinado a sus productos de juego, 56,2 ha ido de nuevo a la sociedad en forma de premios. Por su parte, 32,1 euros han ido a los vendedores, a las distribuciones, al resto de trabajadores y a los gastos directos e indirectos de gestión. Y los restantes 11,7 euros de esos 100, directamente han sido destinados a inversión social, para atender a personas con discapacidad visual o a cualquier otra persona con otras discapacidades.
La plantilla de trabajadores en la provincia también se ha visto incrementada en el último año y ha llegado hasta los 119 puestos de trabajos creados por el Grupo Social ONCE; a nivel autonómico la cifra llega hasta la cifra redonda de 1.000 empleados. De los establecidos en Córdoba, 414 son vendedores, el 45% de ellos son mujeres y el 60% tienen alguna discapacidad.
Por su parte, la inversión social del Grupo Social ONCE en la provincia de Córdoba ha llegado a los 5,36 millones, y con ello se ha podido atender las necesidades de nuestros afiliados, personas ciegas o con discapacidad visual. Un total de 48 personas se afiliaron en Córdoba en 2024, que ya cuenta con 1.368 asociados, personas ciegas o con discapacidad visual grave, que reciben mediación a través de los profesionales de la asociación.
126 estudiantes atendidos por la ONCE
En el ámbito educativo, el ya terminado curso escolar reunió a 126 estudiantes de todas las etapas educativas de la provincia, los cuales han recibido atención directa de los profesionales de la organización en colaboración con la Junta de Andalucía. Desde la ONCE se han tramitado 560 solicitudes de adaptaciones bibliográficas. Junto con la puesta a disposición de 115 equipos tiflológicos, para adaptar la tecnología a las personas con problemas de visión. Además, se han organizado 144 actividades de animación sociocultural y deportiva por toda la provincia.
"Los datos que presentamos nos enorgullecen y no colocan como líderes, pero nuestro objetivo no es batir récords, nosotros trabajamos para mejorar la vida de nuestros afiliados y de todas las personas que lo necesiten y vengan a pedirnos ayuda", ha manifestado el delegado de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Cristóbal Martínez. Además, ha añadido que "con ello pretendemos conseguir una sociedad más igualitaria, en la que las oportunidades estén al mismo nivel para todos. Pretendemos seguir afianzándonos en el primer escalón de la gestión empresarial y social destinada tanto a nuestros afiliados como a toda la sociedad, sin distinción. Todo este trabajo que reflejan los datos, es fruto del trabajo de nuestros compañeros y compañeras, que se dejan la vida para combatir las desigualdades y diferencias.
"Sin el braille no sería quien soy hoy"
En el año del 200 aniversario de la creación del braille, la ONCE pretende que sea declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. El sistema de lectoescritura ideado por el francés Louis Braille ha cambiado la vida de millones de personas ciegas y, una de ellas es la de Alberto Bargiela, que ha convivido con este sistema desde niño y del que ahora es profesor en la fundación.
"En mi caso personal, de no haber existido el braille no hubiera llegado a estar donde estoy, a estar aquí sentado en este momento y a ser lo que soy. Gracias a mi hermana mayor, también ciega, llegué al colegio sabiendo braille. En esa época escribíamos con punzón y de derecha a izquierda, más tarde ya lo hacíamos a máquina", ha detallado.
En su intervención, ha reconocido que no pudo desarrollar unos estudios fuera de la ONCE en centros normalizados y hacer una carrera universitaria, la de maestro. Con el tiempo, ha continuado, "he podido disfrutar del lujo hoy en día de poder enseñar el braille, en este último curso, a alumnos con sordoceguera, con toda la complejidad y dificultad que ello conlleva. Desde aquí animo a todas las personas ciegas a aprender braille porque será una herramienta muy útil en su vida".
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