Vega del Guadalquivir

El precio de la naranja de Palma del Río se hunde al nivel más bajo de los últimos años

  • La navelina se paga a 13 céntimos el kilo, un 40% menos que en 2017

  • Los productores advierten de que parte de la cosecha puede quedarse en el árbol

Jornaleros recogen naranjas en una finca de Palma del Río.

Jornaleros recogen naranjas en una finca de Palma del Río. / Rafael Morales

El invierno en la comarca de la Vega del Guadalquivir se está tornando agrio. El sector del cítrico, auténtico motor económico de municipios como Palma del Río, Hornachuelos, Fuente Palmera o Posadas, vive su por situación en años. El motivo: el hundimiento del precio de la naranja en el árbol hasta niveles que no se veían desde hace, al menos, un lustro.

Tomando como referencia la navelina de primera calidad, destinada a mesa, los productores perciben en estos momentos entre 13 y 14 céntimos de euros, según los últimos datos, a día 19 de diciembre, recopilados por la Mesa de Cítricos que periódicamente la Cámara de Comercio de Córdoba. Hace justo un año, en diciembre de 2017, el kilo de esta variedad cotizaba a 22 céntimos, lo que implica que el descenso ha sido del 40% en sólo un año.

La situación es todavía peor en la navelina de calidad inferior. Por un kilo de esta fruta apenas se pagan 10 céntimos, frente a los 20 cotizados hace justo un año. Esto es, los precios se han hundido a la mitad. La variedad salustiana, empleada tanto para zumo como para mesa, resiste un poco mejor. En este caso, estos días se están pagando a 17 céntimos, frente a los 24 máximos que alcanzó la pasada campaña. La disminución en este caso ha sido del 30%, según los datos recopilados por la Cámara. Y la situación no mejorará en la próxima Mesa del Cítrico, prevista para el 8 de enero. El informe advierte, de hecho, que la tendencia del mercado es “a la baja”.

“No sabemos cómo hemos llegado a esta situación. Y lo peor es que no sabemos cómo vamos a salir”, lamenta el responsable del sector del cítrico de la organización agraria COAG, Salvador Fernández. Calcula que para que exista rentabilidad, la naranja tiene que alcanzar, como mínimo, los 18 céntimos en árbol. En caso contrario, “no se cubren ni los costes”, advierte.

La previsión de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural para esta campaña 2018-2019 es que la cosecha aumente un 2,5% en el conjunto de Andalucía, situándose en 2.212.016 toneladas, cantidad que además supone un 10,1% más que la media de las últimas cuatro temporadas. En Córdoba, la previsión es que la cosecha sea un 17% superior a la pasada.

La campaña se ha caracterizado por la ausencia de incidencias climatológicas extremas y el buen estado fitosanitario, con niveles bajos de plagas en general. La primavera lluviosa y un verano más suave de lo habitual favorecieron la floración y el cuajado de frutos, aunque con algo de retraso respecto a otras campañas anteriores. Mientras, la falta de precipitaciones a inicios de otoño obligó a aplicar riegos de apoyo en determinadas zonas. Luego llegó la lluvia y el frío se retrasó, por lo que la recolección empezó más tarde de lo habitual.

La gran industria del zumo "ha tirado los precios"

“La navelina no se ha terminado de coger del árbol y se va a solapar con las variedades tardías, por lo que la situación sólo puede ir a peor”, alerta el portavoz de COAG. Este exceso de cosecha es una de las muchas causas de la caída de las cotizaciones, dice Fernández, quien también apela a la responsabilidad de las grandes productoras de zumo, pues “han tirado los precios”. El riesgo ahora es que sea más rentable dejar la naranja en el árbol que cogerla”, advierte.

La situación no es exclusiva de la Vega del Guadalquivir. De hecho, los productores valencianos se echaron a la calle el pasado 14 de diciembre para exigir medidas contra la caída de los precios. Las organizaciones agrarias reclamaron ayudas de mínimos, la renegociación de los acuerdos comerciales de Bruselas con Sudáfrica, una cláusula de salvaguardia, la reciprocidad de las normativas europeas en materia fitosanitaria y laboral a las producciones de cítricos y la contratación de personal en Bruselas para ejercer de grupo de presión en asuntos de comercio internacional.

En los últimos años, el valor de las exportaciones de cítricos de Andalucía mantiene una tendencia al alza. En 2017-2018 se exportó el 16% de la producción, con un volumen superior a las 350.000 toneladas y 296 millones de euros. La naranja dulce ocupa el mayor volumen en exportaciones, con 252.000 toneladas y 181 millones de euros, seguida de la mandarina (44.000 toneladas y 41 millones) y el limón (33.000 toneladas y 51 millones). Los principales mercados para naranjas, mandarinas y limones de Andalucía son Alemania y Francia, seguidos por los Países Bajos, Portugal, Italia, Canadá, Reino Unido, Polonia y Dinamarca.

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