Subbética

La muerte de Hemali, la chica india del kebab, provoca un tsunami solidario en Doña Mencía

Hemali, en una foto difundida en el perfil Amigos de la Policía Local de Doña Mencía.

Hemali, en una foto difundida en el perfil Amigos de la Policía Local de Doña Mencía. / El Día

Sin que se sepa muy bien cuándo, de qué manera o por qué, Hemali Ganesh y Muhammad Ajmal llegaron a Doña Mencía en mitad de la pandemia. Ella, una joven de 24 años natural de India, y él, edad similar, de nacionalidad pakistaní, pronto se hicieron hueco en este municipio cordobés que ronda los 5.000 habitantes y que está acostumbrado a recibir a cuadrillas de extranjeros para la recogida de la aceituna. La localidad es una mezcla de acentos y de colores de piel y, sobre todo, de historias. 

Y pronto, pese a que ni Hemali ni Muhammad hablaban español, empezaron a conocerse algunos detalles de los nuevos vecinos. Informáticos de profesión, se habían conocido tiempo atrás en la oficina de Dubai donde coincidieron trabajando en Emiratos Árabes, desde donde decidieron emigrar a España "y probar suerte", relata el alcalde menciano, Salvador Cubero (IU), conmovido por el desenlace al igual que el resto de los vecinos.

"Cómo serían sus condiciones laborales y personales que renunciaron a un cómodo trabajo en oficina por venirse a Europa, y más concretamente a un kebab", explican los Amigos de la Policía Local de Doña Mencía en su perfil de Facebook. Los jóvenes residían en un pequeño piso de los bloques San José, "sin lujos pero con mucho amor", describen.

Hemali y Mohamed se convirtieron pronto en los chicos del Kebab Paris de la calle Granada, en el centro, el único de la localidad. Él, que apenas habla español, en la cocina; ella, que pronto empezó a balbucear frases y a comunicarse, de cara al público. Hemali utilizaba un patinete eléctrico para desplazarse por la localidad para servir los pedidos. Y la perspectiva del desconfinamiento tras la durísima ola de covid-19 de la que Doña Mencía se acababa de recuperar traía algo de optimismo.

Pero, de pronto, la enésima piedra en el camino: un accidente, una caída del patinete, dejó a Hemali convaleciente, con una pierna fracturada. En los últimos días se la había visto con el tobilllo inmovilizado, nada de gravedad según parecía, hasta que en la madrugada del sábado al domingo, de manera repentina, le sobrevino la muerte. "Ha sido algo totalmente inesperado. Y toda Doña Mencía se está movilizando. El joven está solo, muy lejos de su familia, con muy pocas posibilidades de comunicarse", explica el alcalde. 

El cadáver de Hemali descansa en el Instituto Anatómico Forense, en Córdoba capital, a miles de kilómetros de su familia, mientras han empezado las gestiones para la repatriación, no sin dificultades por la situación de pandemia sanitaria en la que se encuentra India. Mientras, en la localidad de la Subbética, un grupo de voluntarios ha iniciado una recogida de fondos para ayudar económicamente al joven, y ya han empezado a colocarse huchas en algunos establecimientos como la confitería Nueva Segura, la tienda de comestibles Eli Poyato o la Policía Local.

"El joven no nos ha pedido nada, y ante el requerimiento de que si necesitaba algo sus únicas palabras fueron: a ella es a quien necesito", cuentan los agentes en el perfil de Facebook Amigos de la Policía Local de Doña Mencía. El pueblo se ha volcado con su historia.

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