Montilla auditará el servicio de limpieza viaria con inspecciones a pie de calle
Campiña Sur
El Ayuntamiento contratará a una empresa especializada para verificar la situación de los espacios públicos tras las críticas recibidas
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El Ayuntamiento de Montilla pondrá en marcha un exhaustivo sistema de auditorías para verificar la correcta ejecución del servicio de limpieza viaria en el término municipal, que tiene adjudicada la compañía PreZero desde el pasado febrero. Este control, que llevará a cabo una empresa "independiente y especializada", se encuentra en proceso de licitación y responde a las demandas planteadas por Izquierda Unida en el Pleno municipal, disconforme con el resultado, y a las críticas surgidas por parte de la ciudadanía. El contrato para la auditoría, por el plazo de un año, tiene reservados 16.833,84 euros; podrá prorrogarse dos anualidades más, hasta los 41.736 euros.
El expediente recuerda que el servicio de limpieza comprende el desempeño de trabajos de retirada de residuos, presencia de especies vegetales y animales, además de tierras y polvo de las aceras, calzadas, paseos, plazas y de los distintos elementos de mobiliario urbano, de su carga y transporte al lugar que les corresponda, con la frecuencia y en los horarios establecidos. De manera general, además del barrido y limpieza de aceras, calzadas, espacios verdes y solares, requiere una limpieza "complementaria" sobre distintas zonas como el mercadillo, fiestas locales, acontecimientos sociales, eventos, grafitis, recogida de hojas y de enseres o limpieza de chicles.
¿Qué hará la auditoría?
De forma general, la evaluación realizada por la empresa adjudicataria valorará la limpieza, recogida y transporte posterior a los puntos de depósito "de todos los desperdicios existentes en las aceras, calzadas, plazas, zonas perimetrales de áreas ajardinadas, áreas de aportación de residuos o en cualquier otra parte de la vía pública y el mantenimiento, limpieza y vaciado permanente de la totalidad de las papeleras instaladas en el municipio". El alcance de esta labor deberá tener en cuenta tanto los servicios que se prestan de forma diaria o periódica como aquellos programados puntualmente y debido a eventos o actos llevados a cabo en la vía pública.
La inspección técnica comprenderá el seguimiento de tres bloques fundamentales de verificación: las prestaciones efectivamente realizadas, los medios comprometidos y la calidad del servicio alcanzado. "Esta estructura de inspección permitirá asegurar el cumplimiento de las condiciones establecidas en el pliego y la oferta técnica", explica el Ayuntamiento.
En cuanto a las prestaciones del servicio, la auditoría revisará el baldeo y barrido manual, mecánico y mixto de calzadas, aceras y vías peatonales; la limpieza de zonas verdes, parques y jardines, de aseos públicos y zonas de aparcamiento; el desbroce y cambio de arena de las áreas de recreo animal; la situación de sumideros y rejillas de la vía pública; la retirada de excrementos y deyecciones de animales; la situación de parques infantiles y circuitos biosaludables; el vaciado de papeleras y su reposición; el lavado y desinfección de mobiliario urbano, o el mantenimiento de fuentes ornamentales y monumentos.
Prioridad a los puntos negros
Respecto a los medios personales y materiales, el auditor deberá verificar la dotación mínima diaria comprometida por la empresa adjudicataria; el uso de EPI y formación básica, y el estado de maquinaria y vehículos (disponibilidad, limpieza, mantenimiento visible, ruidos o emisiones). El último bloque, la calidad del servicio, se evaluará mediante escala visual (A-B-C, de mayor a menor nivel alcanzado); se revisarán los puntos negros recurrentes o zonas de mayor tránsito, y se controlarán las molestias al vecindario.
Todo este control se desarrollará mediante fichas normalizadas, inspección visual directa, fotografías y validación cruzada con la documentación presentada por la empresa. En concreto, habrá una planificación mínima mensual para recorrer al menos dos zonas prioritarias a inspeccionar. Esta programación se basará en criterios de rotación territorial, niveles de quejas ciudadanas, informes previos o indicadores acumulados, detalla el expediente de licitación. Las inspecciones serán realizadas por un técnico de campo e incluirán la revisión del barrido, el baldeo o los contenedores, todo lo cual quedará registrado en fichas, documentado en imágenes y georreferenciado.
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