El tratamiento antideslizante de la Matallana de Puente Genil, en 'stand by' por la falta de oficiales en la plantilla municipal

El Ayuntamiento de Puente Genil espera iniciar en breve los trabajos de abujardado de la Matallana, una medida que tiene como finalidad reducir la peligrosidad que presenta el pavimento deslizante de la avenida, y que suele quedar especialmente patente en los días de lluvia, con numerosos resbalones y caídas por parte de los viandantes.

Así lo ha reconocido el alcalde, Sergio Velasco, que en respuesta a una pregunta en sede plenaria de la concejala de Vox, Toñi Gallardo, ha señalado que se desde el Consistorio se está a la espera de incrementar la plantilla de personal, con un proceso de incorporación de oficiales. “Ya hicimos la prueba en el entorno de la Plaza de España, junto a San José, y disponemos de la máquina para hacer el abujardado, por lo que dedicaremos a una o dos personas para este proceso que esperamos que pueda ir bien”, dijo el alcalde.

Velasco ya avanzó hace algunos meses “que la única forma de mejorar el pavimento es con un abujardado”. “Estamos valorando la posibilidad de hacerlo, como ya anunciamos, adquiriendo una máquina con un coste de unos 8.000 euros, y lo que necesitamos es personal para poder ejecutar este trabajo, porque es una labor que habrá que hacer durante varios meses y posiblemente durante más de un año, para conseguir el abujardado completo”.

¿En qué consiste el abujardado?

El abujardado es una técnica de acabado de superficies de piedra consistente en crear una textura rugosa y antideslizante mediante el uso de herramientas especializadas. La máquina adecuada para llevar a cabo esta práctica cuenta con una serie de puntas de carburo de tungsteno, que se fijan a un disco que gira a alta velocidad, moviéndose hacia adelante y hacia atrás sobre la superficie de la piedra, creando una textura uniforme y rugosa.

Desde hace años el debate sobre el carácter deslizante del suelo de la Matallana está presente en el día a día de la sociedad pontanesa, especialmente durante aquellos periodos del año en los que las lluvias hacen acto de presencia. La situación vivió su momento álgido en septiembre de 2023, cuando un movimiento ciudadano encabezado por Rocío García recogió más de 1.100 firmas demandando una solución definitiva a este problema.

Ya en aquel momento, el portavoz del equipo de Gobierno, Javier Villafranca, admitió que se había de abordar el problema con carácter inmediato, “porque viene heredado prácticamente desde su construcción y desde que se llevaron a cabo las labores de reforma, en todo el trazado”. Villafranca reconoció que “el firme que actualmente tiene la avenida no es el más adecuado, dada la cantidad de accidentes que se vienen produciendo”, y agregó que “seríamos, desde luego, unos irresponsables, si no tomásemos plena conciencia de que ese problema de resbalones y caídas existe, y de que nos corresponde arreglarlo”.

Desde entonces se han venido dando pasos encaminados a dar una respuesta al problema, que ahora sí parece entrar en visos de solución a medio plazo en los próximos meses.