Luis Moreno planta en el juzgado de Baena a María Jesús Serrano y a Jesús Rojano
Campiña Este
"No tenía sentido acudir, es un asunto exclusivamente político", explica a el Día
Queda ahora en manos de los socialistas presentar demanda o querella
Luis Moreno ha dado plantón a la senadora socialista María Jesús Serrano y al exalcalde de Baena Jesús Rojano. El acto de conciliación señalado en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Baena a instancias de la senadora socialista y del exregidor para dirimir la posible responsabilidad penal del también exalcalde baenense Luis Moreno por un presunto delito contra el honor ha quedado sin efecto después de que este último optara por no comparecer al llamamiento.
“Me parecía que no tenía sentido acudir”, ha explicado a el Día el propio Moreno sobre el plantón a sus excompañeros de partido. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) han informado de que, ahora, los demandados tendrán que decidir si interponen demanda o querella contra Moreno, a quien acusan de un presunto delito contra el honor por las declaraciones vertidas sobre ellos que ha sostenido en el tiempo desde que se vio obligado a salir de la Alcaldía.
Para el ahora portavoz de Independientes por Baena y Albendín (Iporba), la demanda presentada por sus antiguos compañeros de bancada en el Pleno baenense “carece de fundamente, de formalidad, de forma y de fondo”. “No ir a la conciliación me pareció que era lo más correcto”, ha incidido. Lo que ocurrirá a partir de ahora queda en manos de Serrano y Rojano, que son los “responsables de judicializar un asunto que corresponde exclusivamente al debate político”, ha dicho.
“Soy hombre de pocas palabras”, ha dicho además al ser preguntado sobre si ha abordado este asunto con Serrano y Rojano fuera de los juzgados. La intención de ambos es que Moreno aceptara acudir al acto de conciliación, en el que le solicitaban que se retracte y pida disculpas públicas y una indemnización de 6.000 euros por los daños supuestamente causados; el dinero iría destinado, aseguran fuentes del caso, a fines solidarios.
Un conflicto de viene de lejos
Las discrepancias entre Moreno, Rojano y Serrano vienen de lejos. Se remontan en concreto a junio de 2011, cuando el primero fue obligado a renunciar a la Alcaldía de Baena en plena negociación de la investidura tras aquellas elecciones municipales.
Eran los tiempos de la llamada trama de las facturas falsas, e Izquierda Unida puso un cordón sanitario en torno a la figura de Moreno como condición para respaldar al PSOE; si no se iba, advirtieron, no tendría reparos en apoyar al PP. Moreno terminó fuera del Ayuntamiento, donde había sido prácticamente todopoderoso, mientras Serrano y Rojano iniciaban una carrera política que se mantiene en la actualidad.
Serrano, número dos en la lista, se convertía en alcaldesa del municipio del Guadajoz, aunque fue un paso fugaz: en septiembre de 2013 era tentada por Susana Díaz para dar el salto a la política andaluza como consejera de Medio Ambiente y Ordenación de Territorio. Y dijo que sí. Le llegó entonces el turno a Jesús Rojano, pupilo de Luis Moreno en sus inicios y alcalde hasta el pasado junio, cuando un inesperado batacazo electoral lo desalojó de la Alcaldía tras un pacto entre el PP y Cs que, paradójicamente, necesitó del respaldo del partido independiente creado por Luis Moreno a su imagen y semejanza con la finalidad principal, según ha reconocido desde el principio, de echar a Rojano.
"El 'rojanismo' es la incompetencia absoluta"
La vuelta de Luis Moreno al Pleno del Ayuntamiento de Baena le ha servido para institucionalizar las fervorosas críticas vertidas en medios de comunicación, relatos o comparecencias públicas desde 2011 contra sus antiguos compañeros del PSOE, del que se dio de baja hace un año, explican desde el partido. Y llevar esos mensajes a la vida oficial es algo que ni Rojano ni Serrano están dispuestos a tolerar, de ahí la interposición ahora de la demanda por un presunto delito contra el honor.
“Creo firmemente que frenaremos la decadencia de Baena y acabaremos con las corruptelas políticas. Tomaremos medidas de choque que causarán beneficiosos efectos en la vida de los baenenses y que daremos a conocer. Nuestro objetivo es recuperar el progreso, la esperanza, la solidaridad y la dignidad de Baena, hoy vendida al mejor postor”, explicaba Moreno en marzo en algunas de las líneas más llamativas del manifiesto fundacional de su partido, Independientes por Baena y Albendín (Iporba), en el que se esmeró en recordar episodios como “la entrega de Torreparedones a Castro del Río”.
En junio, en plena negociación de la investidura, volvió a la carga: “Si se hace un análisis somero de los resultados electorales se refleja que el 75% dijo claro y de forma tajante que Rojano, no y el rojanismo, tampoco, ya que es un estilo de gobernar consistente en la incompetencia absoluta que ha hundido a Baena”.
Ya en agosto, tras conocerse que el municipio había perdido el primer tren para que su Semana Santa tuviera la consideración de Fiesta de Interés Turístico Internacional, Moreno volvió a atacar a Rojano sin cortapisas: “No me ha cogido por sorpresa porque conozco su forma de actuar, basada en la simulación, el engaño y la mentira para hacer daño a la localidad y al PSOE”.
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