Subbética

Recogen firmas contra la eliminación de los huertos sociales de Lucena por la construcción del Parque Europa

  • El proyecto técnico describe la conversión de estos terrenos en una lámina de agua y su traslado

  • Usuarios y colectivos avisan de que esto significaría destruir los cultivos labrados durante tres años

Visita escolar en los huertos sociales de Lucena.

Visita escolar en los huertos sociales de Lucena. / El Día

Argumentos sociales, económicos, educativos, ambientales y urbanísticos esgrimen los usuarios y colectivos concesionarios de los huertos ecológicos de Lucena al ejercer su oposición a la supresión de estos cultivos que comenzaron a labrar en octubre del 2017.

El anteproyecto técnico del Parque Europa, a construir entre la antigua estación, el Auditorio Municipal y la Plaza de Toros, refleja un cambio de ubicación de estos terrenos, enclavados actualmente en el interior de la superficie donde se ejecutará una extensión de ocio familiar.

Los adjudicatarios temporales -por tres años- de estas parcelas de unos 100 metros cuadrados defienden la permanencia, en la misma localización, de espacios de autoconsumo porque “ahora empiezan a dar sus frutos” y su traslado a una delimitación entre los aparcamientos y la pista de patinaje, en la práctica, supondría “destrozarlo y arrasar con todo”, según advierte Antonio Palomino, presidente de Mejorana, una de las asociaciones –junto a Enea- beneficiaria.

En un escrito conjunto, negándose a estar “impasibles” ante esta “amenaza de desaparición”, detallan que el diseño de la obra proyectada por el Ayuntamiento “reserva” una emplazamiento para los huertos, aunque, y lo subrayan, “no contempla su instalación y puesta en funcionamiento”.

Este viernes, jornada de puertas abiertas

En su nota, además, reclaman al Consistorio sensibilidad y transparencia, mientras emprenden una campaña divulgativa y de búsqueda de adhesiones a su reivindicación. Una jornada de puertas abiertas, con mascarilla y distancia de seguridad, permitirá este viernes conocer el origen, la evolución y el rendimiento de unas plantaciones que surten, puntualmente, de variedades hortofrutícolas al comedor social Virgen de Araceli y a las familias con recursos limitados, más aún esta nueva época de implacable crudeza por la crisis económica del coronavirus. Paralelamente, solicitan, tanto a particulares como a entidades, que respalden, estampando sus firmas, una causa “saludable y formativa”.

Palomino relata que el Consistorio ha desatendido un escrito remitido en septiembre del pasado año y tampoco ha formulado respuesta a la intervención que expuso, a primeros de este mes, en la comisión de Urbanismo y Medio Ambiente. “No vi demasiado interés”, confiesa, al tiempo que cobra fuerza “la sensación de que nos entretienen para decirnos que no hay vuelta atrás en el proyecto y que es demasiado tarde”.

Alude también a la “promesa”, transmitida hace meses desde el equipo de gobierno y que contenía la invitación a una reunión con los redactores del proyecto y técnicos de Urbanismo. “Todavía seguimos esperando”, revela Palomino, quien aprecia “una opacidad total”, puesto que “lo lógico era haberlo llevado a órganos de participación ciudadana si se presume de esta forma de hacer política”.

Unos 2.000 kilogramos de alimentos proporciona, anualmente, cada uno de los 15 huertos “sociales, urbanos y ecológicos”. El diseño del futuro Parque Europa sustituye esta zona agrícola por una lámina de agua. “¿Qué necesita Lucena, esto o una charca de agua que en invierno no es visitable y en verano foco de mosquitos, salvo que echemos constantemente elementos químicos?", se pregunta, con una afirmación implícita, Antonio Palomino. Por ello, proponen desplazar “a una cota más elevada” el lago y que perduren los huertos al lado del Jardín Mediterráneo.

Abogan por la sostenibilidad y la reutilización

Unos 700 escolares recorrieron, en el transcurso del último curso académico este entorno próximo a la Vía Verde el Aceite que granjea “una satisfacción inmensa” a sus responsables por “la ilusión, el ejercicio, el esfuerzo y la convivencia”. El propio Ayuntamiento sufragó su implantación y aporta el agua oportuna.

Al evocar los orígenes de este fértil y gratificante compromiso, Antonio Palomino describe que “el terreno era muy duro, como una piedra, y tuvimos que cavar a mano, esperar la lluvia, añadir 4.000 kilos de estiércol en cada huerto y meter la muela mecánica”. Tres años después, se resiste a aceptar que, cuando ya crecen tomates, pimientos, habichuelas, calabacines, apio, girasoles o plantas medicinales y aromáticas, “una pala llegue y lo arrase todo”, tanto estos productos como el sistema de riego por goteo, la valla perimetral, insectos polinizadores los arbustos o la arboleda. “Es la política de usar y tirar ahora todo al vertedero”, recalca.

Apela Palomino al desarrollo sostenible, y por extensión, la reutilización, que propugnan los fondos Edusi, vía de financiación del Parque Europa, en su pretensión de disuadir al Consistorio de su planteamiento y también recuerda que los dirigentes políticos municipales manifestaron que ampliarían y generarían nuevos huertos urbanos si se demostraba su viabilidad ya que Lucena “necesita multiplicarlos por diez”.

Finalmente, aclaran estos usuarios, negándose a que les mueve interés comunitario y que pugnarán por conservar los huertos, “aunque sean otras familias las que tengan acceso los mismos” debido a que la demanda es notoria y ascendente.

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