La huelga en el campo se generaliza salvo en Los Pedroches y la Subbética

Ayer no llovió y fue el día en que de verdad se pudo valorar el alcance de la huelga indefinida convocada por CCOO y UGT en el campo cordobés en protesta por el bloqueo de las negociaciones del convenio colectivo del sector agrario. Como siempre, los datos ofrecidos por la patronal y los sindicatos fueron distintos, pero coincidieron en que el paro se está respetando en las grandes comarcas agrarias de Córdoba (todo el Valle del Guadalquivir, el Guadajoz y la Campiña cordobesa) y está pasando bastante más desapercibido en la Subbética y, sobre todo, en la zona ganadera de Los Pedroches.

El coordinador provincial de COAG -una de las dos patronales que negocia el convenio-, Francisco Garrido, coincidió con los sindicatos en que la recogida de la naranja en la Vega del Guadalquivir "está parada" y que apenas han salido cuadrillas para la aceituna en las grandes zonas productoras de Baena, Castro del Río, Nueva Carteya, Montilla y hasta Puente Genil. Por contra, el secretario provincial de Asaja (la otra patronal), Rafael Navas, insistió en que la huelga está teniendo éxito "allí donde los piquetes informativos no dejan trabajar". Navas, que se recupera del golpe en el ojo que recibió el lunes al final de la manifestación de jornaleros a las puertas de la sede de Asaja, resumió que "los trabajadores quieren trabajar", pero no lo hacen porque "no se respetan sus derechos" con este paro indefinido.

Por otra parte, fuentes de la Guardia Civil confirmaron la "ausencia total de incidentes" durante la segunda jornada de huelga en el campo cordobés y confirmaron la presencia de "piquetes informativos" en Nueva Carteya -el pueblo con más cuadrillas de jornaleros para la aceituna de Córdoba-, Palma del Río y a la altura del Palacio de Moratalla, a la entrada del término municipal de Hornachuelos pero en el término municipal de Posadas. Rafael Navas aseguró que en la estación de servicio de Moratalla se registraron algunos incidentes con los piquetes y que algunos sindicalistas "se colaron en los almacenes de Palma del Río" en los que se trata la recogida de la naranja.

El responsable de CCOO en las negociaciones del convenio del campo y uno de los protagonistas de esta huelga, Rafael Estévez, aseguró ayer que su seguimiento estaba siendo "masivo" pero reconoció su escasa repercusión en la Subbética y su ausencia en la ganadería de Los Pedroches. "Allí no queremos hacer piquetes, porque los pastores tendrían que dejar al ganado" y eso sí que podría provocar una auténtica ruina para la ganadería. Pese a todo, Estévez apuntó que "el seguimiento es mayor al del día de ayer [por el lunes]".

Mientras avanza la huelga, las negociaciones siguen totalmente bloqueada. Francisco Garrido, de COAG, señaló ayer que "ahora le toca a Asaja mover ficha" y apuntó que su organización siempre ha estado abierta al diálogo. Un día más, Garrido ha solicitado la mediación de la Consejería de Empleo y ha insistido en que "COAG ha mostrado su intención de llegar a un acuerdo en todo momento", algo que ayer reconoció UGT. Además, tanto este sindicato como CCOO reiteraron ayer sus demandas a la Junta de Andalucía para que siente a las partes e intente lograr un acuerdo de mínimos que acabe con la huelga, tal y como ocurrió en Sevilla durante la pasada primavera.

Sin embargo, este acuerdo parece más lejos que nunca para Asaja. Su presidente, Ignacio Fernández de Mesa, volvió a reiterar que "es imposible" que su organización patronal "negocie el convenio colectivo bajo las actuales condiciones" de huelga. El secretario provincial de Asaja, Rafael Navas, aseguró que "no hemos sido nosotros los que nos hemos levantado de una mesa de negociación" y apuntó directamente a Rafael Estévez como el auténtico protagonista de una huelga "con la que quiere meter la cabeza en la política".

Según los sindicatos, la huelga sólo será desconvocada si la patronal expone un compromiso firme para negociar siete puntos "fundamentales" que demandan para el nuevo convenio colectivo del campo.