En menos de 48 horas, el fuego arrasó 723 hectáreas de masa forestal en los incendios producidos en Villaharta –con 113 hectáreas quemadas– y el Puerto del Calatraveño (Espiel/Alcaracejos) –unas 610 según el delegado de Desarrollo Sostenible de la Junta en Córdoba, Giuseppe Aloisio–.

Los siniestros han provocado además un gran destrozo medioambiental en estos espacios de la zona Norte de Córdoba. “En esas 610 hectáreas que se han quemado en el incendio del Puerto del Calatraveño, por ejemplo, hay zonas con cultivos, zonas de olivar, de monte mediterráneo, una plantación de pistachos... Ahora es una zona en la que no se escucha ni un insecto volar y en la que lo único que se escucha es el silencio atronador de la naturaleza muerta”, puntualiza Aloisio. “Encinas, quejigos, alcornoques, olivos, jarales... las llamas han arrasado con todo; a nivel medioambiental ha sido un desastre desolador”, sentencia el delegado.

En el caso de Villaharta, las 113 hectáreas arrasadas han sido de monte, también de gran valor medioambiental. “En siniestros como estos te das cuenta de la importancia de la ganadería extensiva y de los cultivos sostenibles. El agricultor y el ganadero hacen de esta forma un trabajo importante para que cuando hay un siniestro de este tipo las llamas no se extiendan tan fácilmente”, defiende.

En este sentido, la organización agraria Asaja resalta “la labor permanente que hacen los titulares de las explotaciones forestales, cinegéticas, ganaderas y agrícolas en la limpieza de los montes y el control de los pastos, que son fundamentales para evitar los incendios y su propagación y mitigar los efectos de los mismo en caso de incendios”. Por ello, cree que “debe reconocerse su papel como garantes de la conservación de los ecosistemas y de la economía del mundo rural”.

La organización empresarial recomienda a los titulares de explotaciones que se hayan visto afectados que comprueben si pertenecen a una Asociación de Defensa Forestal (ADF) y el estado y la vigencia de los Planes de Prevención de Incendios forestales, que puede eximirle del 75% del pago de las tasas de extinción de incendios forestales.

También, aquellas fincas de más de 400 hectáreas y con un Plan de Prevención de Incendios vigente necesitan de la redacción de un informe, por parte de un ingeniero de Montes, que certifique que las estructuras de defensa ante incendios –cortafuegos, fajas auxiliares, áreas cortafuegos, etc.– “se realizan cada anualidad de manera correcta tanto en forma como en tiempo”.

Y si tienen contratado seguros de incendios forestales, es necesario contactar con la aseguradora en un plazo máximo de siete días para poder comunicar el siniestro ocurrido, por lo que para estas ocasiones, Asaja destaca la importancia de que los agricultores y ganaderos cuenten con un seguro ante el riesgo de posibles incendios forestales que pueden producir graves daños en sus explotaciones, especialmente en estos días cuando se ha registrado un importante aumento de las temperaturas máximas en Andalucía, que elevan el estrés hídrico de la vegetación.

El incendio de Villaharta comenzó a sobre las 21:30 del domingo y la Junta decretó el nivel 1 del Plan de Emergencia ante Incendios Forestales ya que corría el riesgo de afectar al municipio –las llamas casi llegaron al mismo–, mientras que el del Puerto del Calatraveño comenzó sobre las 15:00 del lunes y se dio por controlado durante la mañana del martes.