El gesto salvador de la mejor amiga del perro

Cristina Zamora recogió y curó a una perra con síntomas de maltrato y ante la indiferencia de la mayorías de instituciones

El veterinario Enrique Montero junto a Lana, después de recuperarse de sus heridas.
Belén Higueras

19 de enero 2010 - 05:01

Fue en el mes de agosto cuando muchos conductores empezaron a ver a la perra Lana deambulando por los alrededores del secadero, en la carretera que une Palma del Río con la localidad sevillana de Peñaflor. Desde entonces, ya hasta hace sólo unos días, este animal ha pasado un auténtico calvario. Lana es uno de los muchos canes que, por una u otra razón, sus dueños abandonan y también uno de los que sobreviven y consiguen una familia de acogida, y todo gracias a que una de esas conductoras, Cristina Zamora, luchó para salvarla.

"Ahora que la perra está casi curada y que doy a conocer la buena noticia, más de uno afirma haberla visto a lo largo de estos cinco meses, pero me he sentido sola cuando he pedido ayuda para rescatar a Lana". Cristina lamenta así que ni el Ayuntamiento, ni la Guardia Civil, ni los bomberos ni el servicio 112 "me echaron una mano. Todos decían que no era su competencia".

Y es que no se trata de un simple abandono de un animal. Esta perra de unos cuatro años, cruce de labrador de color negro, sufrió heridas muy importantes no sólo a nivel físico de las que tardará mucho tiempo en recuperarse, como asegura el veterinario que la atendió tras su rescate, Enrique Montero Mediavilla.

No se sabe quién, puso a Lana unas bridas alrededor de su cuello y, al ser corredizas, al mínimo movimiento que realizaba el animal fueron oprimiéndolo cada día más, hasta tal punto que le produjeron una bolsa de dos kilos de líquido desde su mandíbula inferior, edemas generalizados y una inflamación descomunal de su cabeza. "Poco a poco, la perra se convirtió en un monstruo", explica Cristina, "y creo que la cosa no fue a más porque los conductores y las personas que pasaban por allí se encargaban de darle comida", algo que ratifica el veterinario al señalar que "el pelaje era bueno y estaba algo delgada, pero ni mucho menos se puede hablar de desnutrición".

Ante la falta de apoyo de las entidades públicas, Cristina Zamora contactó con la protectora El amigo fiel de La Carlota, que se prestó a ayudarla y juntas trabajaron para sacar a Lana de la carretera y poderle dar atención médica. Después de un "difícil rescate", asegura Zamora, la metieron en un coche, la trasladaron a la clínica veterinaria Cannis de Palma del Río y, tras tres días de ingreso y tratamiento, "su curación ha sido del 70%; hubo que intervenir quirúrgicamente al animal y extraerle pequeños trozos de bridas porque la carne llegó a recubrirlas", añade el veterinario. Lana ya está en Madrid con una familia de acogida, todo ello gracias a Cristina Zamora, la mejor amiga del perro, sin duda.

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