Las gasolineras automáticas, aquellas estaciones de servicio con tecnología para operar en régimen automático, se consolidan en Córdoba y Andalucía, donde se ha experimentado un crecimiento del 40% con respecto a marzo de 2021 y suponen ya el 16% del mercado andaluz. En Córdoba, hay 30 establecimientos de estse tipo y suman el 14% del total, según la información difundida este martes por la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae), de a cuerdo a los datos disponibles del Geoportal del Ministerio para la Transición Ecológica.

En concreto, en términos absolutos, este tipo de gasolineras rozan los 340 puntos de distribución en Andalucía y los 30 en Córdoba. No obstante, el modelo se abre paso de manera heterogénea en Andalucía, según dicho estudio, que no contabiliza ni las estaciones de los hipermercados ni las cooperativas agrarias. Así, Sevilla es la provincia que cuenta con una mayor penetración de este modelo (21%), seguida de Cádiz (20%) y Huelva (18%). Estas tres provincias son las únicas que superan la media nacional (18%). Por debajo de la media nacional, pero casi igualándola, le siguen Málaga (17%), Córdoba (14%) Almería (13%), Granada (12%) y Jaén (11%).

La patronal ha recordado que la situación económica del último año ha estado marcada por el aumento del coste de la energía derivado de la Guerra de Ucrania. Ante esta situación, muchos consumidores han optado por las gasolineras automáticas debido a los precios y servicio que ofrecen, registrando diferencias de hasta 20 céntimos en algunos momentos del año anterior. Esta situación ha fortalecido la imagen de este tipo de estaciones, que ya salió reforzada de la pandemia, fidelizando a sus clientes y desarrollando aún más la competencia en Andalucía.

Ante esta circunstancia, los socios de Aesae han continuado desarrollando sus planes de expansión durante el último año para ofrecer a los andaluces un repostaje alternativo. “Situaciones como las que hemos vivido en estos últimos años han dejado patente que las gasolineras automáticas son necesarias, ahora más que nunca, para garantizar una alternativa a las gasolineras tradicionales, ya que gracias a la eficiencia de su modelo permite ofrecer precios más bajos con un servicio de calidad. Esto nos hace vaticinar que irán a más en los próximos años”, explica Manuel Jiménez Perona, presidente de Aesae.

Causas del crecimiento

La situación vivida en los casi dos años ha provocado que muchos consumidores opten por estos establecimientos ante el incremento de los precios. Esto, sumado a la buena acogida que hubo durante los momentos más duros de la pandemia, ha hecho que las gasolineras automáticas se hayan consolidado entre los conductores cordobeses y andaluces.

Además, el crecimiento se ha visto reforzado por los planes de expansión de sus socios y la conversión de muchas gasolineras tradicionales en automáticas para hacer más eficiente sus servicios. “Hemos detectado que muchas gasolineras tradicionales han instalado tecnología para funcionar en modo automático haciendo así más eficientes las gasolineras”, explica Manuel Jiménez Perona, presidente de Aesae.

Según los datos del Geoportal analizados por Aesae, el 13,47% del total de gasolineras automáticas que hay en España corresponden a marcas de gasolineras tradicionales – y algunas de ellas con rótulo de compañías del Oligopolio– que han implantado este modelo de estación de servicio para operar en todo, o en algún momento del día. “Esto es prueba inequívoca de que estamos ante un modelo de presente y de futuro. Y que el empresario que cuenta con una o dos gasolineras está viendo las ventajas y la flexibilidad que ofrece la tecnología para ajustar su oferta/servicio a las necesidades de sus clientes”, explica el presidente de Aesae.

La suma de estos factores ha hecho que las gasolineras automáticas se consoliden como la evolución natural de las estaciones de servicio tradicionales gracias a ofrecer un modelo más eficiente y, por lo tanto, con mejores precios. Desde la patronal calculan que las gasolineras de sus socios han aportado un ahorro anual de 200 euros por cada conductor.