Provincia

El 34% de las familias cordobesas dicen estar muy preocupadas por el medio ambiente

  • El 14% de los hogares cordobeses percibe que en el entorno donde viven la conservación es “mala” o “muy mala”

  • El uso de aire acondicionado ya llega al 82% de las viviendas

Una persona hace uso de contenedores de basura en Córdoba.

Una persona hace uso de contenedores de basura en Córdoba. / El Día

El reto de las sociedades actuales es hacer sostenible el crecimiento económico con los recursos naturales. Ocurre en el conjunto del planeta, como ha quedado acreditado en la reciente Cumbre del Clima celebrada en Madrid, y ocurre también en Andalucía y en Córdoba. Lo demuestra que el 34% de los hogares cordobeses confiesan sentirse “muy preocupados” por el medio ambiente y desarrollan acciones para “procurar preservarlo”, tal y como lo desvela el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía en su Encuesta Social 2018. Medio ambiente y hogares en Andalucía, cuyos trabajos de campo se realizaron entre mayo y julio de 2019.

Al mismo tiempo, el 14,5% de las familias percibe que el entorno natural que rodea a sus municipios de residencia tiene una situación “mala” o directamente “muy mala”, y el 43,7% dice que es “regular”, frente al 39,8% que la considera “buena” o “muy buena”. La percepción empeora cuando se pregunta por la situación del medio ambiente en el planeta, pues el 69% de los hogares cordobeses responde que es “mala” o “muy mala”.En el caso del medio natural andaluz, para el 19,5% de los cordobeses el estado también es “malo”.

La propia complejidad del reto medioambiental reside en que el crecimiento supone a la vez un uso más intensivo de recursos y energía, y por tanto, la convivencia de actitudes y prácticas proambientales con otras que pueden generar un impacto negativo. Esto se observa, por ejemplo, en comportamientos relacionados con el ahorro de agua en los hogares cordobeses, que registran un cambio en sentido positivo en la última década.

Los últimos datos muestran altos porcentajes de viviendas en las que se han incorporado hábitos como tener una botella fría en la nevera para no dejar correr el agua (78,8%), esperar a que estén llenos lavavajillas y lavadora (92,6%) o tener en el cuarto de baño papeleras para no utilizar el inodoro como cubo de basura (85,9%). Los hogares que no incorporan hábitos en este sentido son minoritarios.

Sin embargo, se detectan otras prácticas que en principio inciden en un consumo menos sostenible. Por ejemplo, el 49,3% de los andaluces consume agua embotellada. El comportamiento por provincias en este consumo es muy dispar, siendo las provincias litorales de Almería y Málaga, las provincias con un mayor consumo (72,5% y 66,9%, respectivamente). Sevilla es la provincia con un menor consumo de este tipo de agua (31,6%), seguida de Córdoba (38,5%). Diferencias importantes que, sin embargo, no se aprecian en la media de consumo de agua embotellada: en Andalucía es de 3,2 litros al día, sin gran variación entre las provincias –en Córdoba, es del 3,4–.

También en el uso y los equipamientos eléctricos se observa esta ambivalencia. Así, han crecido los sistemas más básicos, lo que supone también un mayor gasto energético, especialmente en el consumo eléctrico. El 92,1% de los 302.766 hogares cordobeses dispone de algún tipo de calefacción, cuando en 2008, hace una década, eran solo el 59,6%; se trata, además, de la mayor proporción del conjunto de Andalucía. El tipo de calefacción más utilizado es el eléctrico en el 80%, fundamentalmente por radiadores y acumuladores, seguido en importancia de las bombas de calor.

Igualmente crece la disponibilidad de aire acondicionado: el 82% de los hogares cordobeses dispone de algún aparato, cuando hace una década era solo el 65%. Y este crecimiento viene acompañado de mejores prácticas en el uso: la temperatura media durante el día es de 23,6 grados, cuando diez años atrás era de 22,3 grados, si bien todavía no se sitúa en los 25 grados, que es lo recomendado en verano por la Agencia Andaluza de la Energía.

También en relación a la temperatura de los hogares, se observa que han incorporado equipamientos de aislamiento térmico. Si bien las diferencias en la ecoficiencia no solo depende de la voluntad de los ciudadanos, sino que influyen factores tales como su condición económica. Hay equipamientos básicos como las persianas que son comunes en todo tipo de hogares, pero otras instalaciones, más sofisticadas y caras, se concentran en los hogares con más ingresos, como el doble acristalamiento o el puente térmico.

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