Alto Guadalquivir

Documentos que explican la historia de Montoro

  • Hasta el 28 de junio, el Ayuntamiento expone con motivo del Día Internacional de los Archivos en el antiguo Colegio de Educandas documentos clave en el devenir del municipio

Patio del antiguo Colegio de Educandas de Montoro, sede del Archivo Municipal.

Patio del antiguo Colegio de Educandas de Montoro, sede del Archivo Municipal. / T. Coronado

El título de la Ciudad de Montoro (1808), los privilegios del Puente Mayor (1513) firmados por la reina Juana I de Castilla, conocida como la Loca, y muchos otros documentos históricos. La Delegación de Cultura del Ayuntamiento montoreño ha organizado con motivo del Día Internacional de los Archivos una exposición documental con textos clave del devenir del municipio del Alto Guadalquivir y que pocas veces ven la luz.

Además, cualquier persona interesada en visitar sus dependencias puede acudir hasta ellas y disfrutar de las instalaciones, dentro de las posibilidades de trabajo del personal encargado, hasta el 28 de junio. Esta actividad será facilitada a los diferentes centros escolares para que puedan visitar la exposición y las instalaciones.

Con motivo de la Declaración de Conjunto Histórico Artístico de Montoro, el Ayuntamiento decidió adquirir una serie de legajos y documentos del siglo XV y XVI sobre las instalaciones harineras de Fernando Alonso, es decir, de las aceñas existentes en los Huertos Familiares. Con ello, el Archivo ha incrementado en fondos del siglo XV, pues tan solo era propietario de un documento de compra de un olivar en Adamuz y la carta de pago del Puente Mayor (1499).

Esta exposición estará abierta en horario de la Oficina de Turismo. Se podrán contemplar este gran legado raro de ver por ser escrituras originales, sin resumir, como era costumbre en los escribanos del siglo XV. Están realizadas en pergamino (piel de animal) y en papel de trapo (llamado así porque se hacía con las trazas molidas de la ropa vieja confeccionada con lino).

Se cumplen ahora 253 años desde que finalizaron las obras de construcción del Colegio de Educandas de Montoro, creado por Juan Antonio del Peral y Buenrrostro, vicario de Montoro, para que en él pudieran estudiar aquellas huérfanas que no tenían familiares y muchas veces eran desahuciadas por la sociedad.Las obras se dilataron durante más de tres años por el maestro de obras de la ciudad de Córdoba, Francisco de Aguilar.

Para dotar de toda su extensión, este edificio se levantó sobre un descampado existente entre las Casas Consistoriales y la iglesia de Jesús Nazareno, debido a que alrededor del Ayuntamiento no podía edificarse casa alguna. Los regidores dieron permiso y cedieron parte de sus terrenos, así como el Marqués de la Vega de Armijo por unos patios de la calle Puerta Baja y varias casas pertenecientes a la iglesia de Jesús para el descanso y vivienda del santero, las cuales en dicha fecha estaban arruinadas.

El patio central fue habilitado por el Ayuntamiento de Montoro tras su compra a las monjas del Patrocinio de María, las cuales vendieron unas pertenencias puestas a su nombre a pesar de que se trataba de una fundación creada, fundada y costeada desde el siglo XVIII. Hoy en día la mayor parte de este edificio la ocupan tres plantas del Archivo Municipal con documentos escritos anteriores al Descubrimiento de América; el más antiguo es el ya citado de 1469 sobre una venta de olivos en Adamuz.

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