El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Aguilar de la Frontera ha abierto diligencias previas para averiguar los hechos denunciados por la Asociación de Abogados Cristianos, que se querelló contra la alcaldesa, Carmen Flores (IU), por retirar la cruz de los caídos.

El auto, hecho público por la asociación, afirma que los hechos que se relatan en el escrito "pudieran ser constitutivos de delito para cuya persecución no es necesaria la presentación de querella, como es la prevaricación administrativa", por lo que la titular del Juzgado determina la apertura de las diligencias pese a no admitir la querella, al haber defectos formales en el poder presentado por la abogada que la interpuso.

La decisión judicial no conlleva ninguna medida contra la alcaldesa, a la que la Asociación de Abogados Cristianos acusa de prevaricar por retirar la cruz de los caídos situada junto al convento de San José y de San Roque, conocido como el de las descalzas, y únicamente recoge que se dé cuenta al Ministerio Fiscal "y demás partes".

La juez considera personada a la Asociación de Abogados Cristianos como denunciante, hasta que no subsane los defectos formales para poder comparecer como querellantes, mientras que la alcaldesa aparece en el auto como la persona contra la que va dirigida la acción, sin más conclusión.

La Delegación Territorial de Cultura y Patrimonio Histórico defendió en su día que la Consejería era sólo competente sobre el Convento de San José y San Roque y que la decisión de retirar la cruz de los caídos fue exclusivamente responsabilidad municipal, ya que no se encontraba protegida por la declaración como BIC, en contra de lo que afirma la Asociación de Abogados Cristianos.

Los hechos

Carmen Flores dispuso la retirada de la cruz de los caídos, levantada en 1939 en memoria de las víctimas del bando sublevado durante la Guerra Civil y de la que ya se retiró hace varias décadas la placa que lo recordaba.

Posteriormente, la cruz, realizada en mortero de cemento y pintada en amarillo y sin ningún valor artístico ni histórico, según la Comisión Provincial de Patrimonio, órgano que autorizó su retirada en el procedimiento de remodelación de la plaza, fue llevada a un centro de reciclaje de residuos, tras no asumir ni el párroco ni las carmelitas descalzas que ocupan el convento su conservación, conforme aclaró la regidora municipal, que informó previamente a ambos de la retirada, con la idea de que no se tomase como una ofensa.

"A mí me impacto esa imagen", reconoció, el pasado 26 de enero en una comparecencia pública, la alcaldesa aguilarense sobre la fotografía de la cruz en el centro de residuos y se mostró comprensiva con quienes se hayan podido ver heridos sus sentimientos, aunque "desde que se retira, la cruz se entrega a una empresa particular que es la gestiona los residuos urbanos".

Flores denunció en el mismo acto "insultos, vejaciones y amenazas" a través de las redes sociales, correo electrónico y teléfono, "siempre amparados en el anonimato", orquestado "desde fuera de Aguilar" y provocado por "Vox y apoyándose a veces en la propia Iglesia".