El primer atlas de la desertificación constata que el 40% de la superficie de Córdoba está ya afectada
Medioambiente
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La desertificación no es un problema del futuro ni una amenaza lejana confinada a regiones áridas de continentes remotos. Es una realidad que ya está moldeando los paisajes, economías y comunidades de España. La Península Ibérica, de hecho, es una de las regiones más vulnerables a la degradación de la tierra, por lo que la desertificación avanza en silencio, pero con consecuencias palpables: pérdida de fertilidad del suelo, retroceso de la vegetación natural, incremento de incendios forestales, disminución de recursos hídricos y abandono de usos tradicionales del territorio.
En el caso concreto de la provincia de Córdoba, el 41% del territorio se encuentra afectado por la desertificación a causa de la actividad humana, ya sea por factores agrícolas, ganaderos o por el avance del turismo, según el primer atlas sobre este fenómeno elaborado por varias decenas de científicos de universidades y centros del CSIC con el objetivo de ser un documento útil para los gestores políticos del país.
Con datos de 2020, las principales zonas afectadas por la desertificación se sitúan en el sureste peninsular, la meseta manchega, el sur de Extremadura, la zona vitivinícola de Castilla y León y La Rioja, así como los archipiélagos canarios y balear y el valle del Ebro y parte del Guadalquivir. En el caso concreto de Córdoba, la desertificación afecta especialmente a la mitad Sur de la provincia, fundamentalmente a las comarcas de la Vega, el Alto Guadalquivir, el Guadajoz, la Campiña Sur y en menor medida a la Subbética.
Tras las aproximaciones poco rigurosas elaboradas con anterioridad, este primer atlas ofrece mapas muy minuciosos de degradación y desertificación de España, en cuya elaboración se ha utilizado un algoritmo Random Forest que emplea datos relativos a las aguas subterráneas, los humedales, la condición de la tierra e indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los resultados obtenidos con estas operaciones indican que la degradación abarca el 43,35% del territorio español y al 44% del territorio cordobés, y que la desertificación afecta ya a 5.754 kilómetros cuadrados de la superficie de Córdoba, es decir, al 41% de sus 13.792 kilómetros cuadrados de superficie.
Alicante y Murcia, casos extremos
Córdoba, en todo caso, responde a la media nacional en el atlas de la desertificación, sin llegar al nivel de preocupación que arrojan los datos del Levante español, con Alicante y Murcia como ejemplos extremos. Y es que el 94% y el 91% de la superficie de estos territorios, respectivamente, está afectado por este fenómeno imparable. Almería, con el 80,2% de la superficie; Albacete, con el 84%; Las Palmas, con el 81%, y Valencia, con el 80%, son otras provincias que se encuentran en una situación extrema.
En el polo opuesto se hallan Lugo, Vizcaya, Cantabria y Asturias, con apenas el 1% de su territorio afectado. Por debajo del 10% se sitúan también Cáceres, Salamanca, La Coruña, Álava y Guipúzcoa, seguidas por León, Ávila y Badajoz, que resulta una auténtica excepción del Sur de España en el atlas.
Cuatro de cada cinco españoles viven en zonas áridas
Durante la presentación del proyecto este jueves en Alicante, su coordinador, el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante (UA) Jorge Olcina, ha explicado que este proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU y cubre un vacío que existía.
Por ello, ha confiado en que los 66 mapas diseñados sobre el clima, agua, suelo, cubierta forestal, biodiversidad y sociedad española, todos ellos factores relacionados con la desertificación, se conviertan en una herramienta útil para que los políticos puedan tomar decisiones en cuanto "al cambio climático, la gestión forestal y la gestión hídrica".
Por su parte, Martínez Valderrama, científico de la Estación Experimental de Zonas Áridas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha recordado que cuatro de cada cinco españoles viven en zonas áridas, muchos atraídos por las condiciones climáticas teóricamente más benignas, y ha incidido en la importancia de la gestión del agua, un recurso del que ha recordado que es la causa fundamental de medio centenar de conflictos internacionales entre países de los cinco continentes.
La clave de la reutilización hídrica
Para los expertos, la solución a los problemas hídricos del país no es sencilla ni unitaria sino que es multidisciplinar y basada en la combinación de la reutilización de las aguas residuales, la mejora de las redes de suministros para evitar pérdidas, la desalinización y los trasvases.
Uno de los datos que se ha aportado para aliviar la sobreexplotación de los acuíferos es reutilizar los 4.000 hectómetros cúbicos de agua que se consumen en los centros urbanos y de los que actualmente solamente se aprovechan para un segundo uso 500, el 12%.
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