De Ángeles Zurera, Angelines, en Aguilar de la Frontera se sigue hablando en presente. Aunque hayan transcurrido ya 13 años desde su desaparición. Fue el domingo 2 de marzo de 2008. Uno de sus dos hijos  aseguró entonces a la Guardia Civil que aquella mañana escuchó un claxon y luego a su madre despedirse. Nada más. Durante meses se produjeron continuas búsquedas y rastreos de terrenos, y también en propiedades y obras en las que había trabajado su exmarido, Manuel Reina, el único investigado en relación al caso.  

"Aguilar nunca ha perdido la esperanza, porque nunca se debe perder la esperanza ante un caso de este tipo. Confías en que algún día, cualquier día, te den la noticia", explica la alcaldesa, Carmen Flores (IU). "La noticia" es la aparición de Angelines. Alguna pista sobre su paradero. Una información certera. La pista definitiva que lleve hasta ella. Algo que todo el pueblo de Aguilar lleva 13 años esperando porque su desaparición es una cuestión de interés público, la mayor cruz que el municipio soporta.

A Angelines se la recuerda como niña, como muchacha, como madre, como mujer. Casi todos los aguilarenses atesoran un recuerdo vivo de su vecina. En cada barrio, en cada familia existe una experiencia que la une a ella, como si durante años hubiera sido una especie de espina dorsal de una ciudad dolorida. "Nosotros hemos sido vecinos de la calle Belén, una familia frente a la otra. Recuerdo a una niña feliz, alegre. A una muchacha preciosa, muy buena joven", recuerda la propia alcaldesa.

La localidad de Aguilar de la Frontera, de 13.382 habitantes, se ha llenado estos días de lazos de color verde en memoria de Ángeles. Cuelgan de las ventanas y de los balcones como testimonios vivos de esperanza, un sentimiento que se replica en ciudades de toda España: en Vitoria, en Toledo, en Barcelona, como la Plataforma Angelines Zurera muestra en su perfil de Facebook. "Angelines, de 42 años, madre de dos hijos adolescentes a los que adoraba e hija de unos padres a los que amaba con toda su alma, estaba rehaciendo felizmente su vida tras haberse divorciado de su marido. Tenía planes y sueños presentes y futuros con los suyos", ha recordado su hermano, Antonio Zurera, en una carta pública con motivo de la fatal efeméride.

"Los investigadores descartaron desde el primer momento que se tratara de una desaparición voluntaria, pues 12 días antes de la desaparición fue víctima de una agresión por parte de su exmarido", el único investigado en relación con la pérdida -el sospechoso, de hecho, fue condenado por los malos tratos que sufrió la mujer antes de desaparecer-. "Seguimos convencidos de que la respuesta a este drama está en alguna parte. Seguiremos luchando por un desenlace justo y humano", insiste la familia.

El Juzgado de Instrucción de Aguilar de la Frontera decretó en el otoño pasado el archivo provisional de las diligencias previas incoadas por su desaparición, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), después de que fueran infructuosas las labores de búsqueda en julio en un terreno apuntado por la Guardia Civil. Estos últimos trabajos de búsqueda del cuerpo de Ángeles Zurera se reanudaron a finales del mes de julio de 2020 en un solar de la antigua Cooperativa Jesús Nazareno de Aguilar, pero concluyeron "sin novedad" que aportar sobre su paradero.