Los Pedroches

Un derroche de humanidad en el infierno en el que se convirtió el Puerto del Calatraveño

  • El delegado de Desarrollo Sostenible en Córdoba, Giuseppe Aloisio, salva de las llamas a un niño y a su perra

Giuseppe Aloisio posa junto a Rafa y a otras personas a las que avisó.

Giuseppe Aloisio posa junto a Rafa y a otras personas a las que avisó. / El Día

El pequeño Rafa jamás olvidará la infernal tarde del 16 de agosto de 2021, como tampoco la olvidará el delegado de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Córdoba, Giuseppe Aloisio. El destino quiso que el segundo se cruzara en el camino del primero para salvarlo de las llamas, del infierno en el que se había convertido el incendio en la zona del Puerto del Calatraveño, que afectó a los términos municipales de Espiel y Alcaracejos y que acabó provocando la quema de unas 610 hectáreas de masa forestal.

Rafa estaba junto a su perra labrador Tina en uno de los muchos cortijos y casas de campo que hay dispersos por la zona, cuando Aloisio llegó al lugar acompañado del director del Centro Operativo Provincial del Infoca, Eduardo Nicolás. El delegado insiste en que el día del incendio en el Calatraveño “lo recordaré en la voz y en la cara del pequeño Rafa, que en ningún momento perdió su temple, y la de su perra labrador Tina”. “Estaban ambos solos en casa, al estar sus padres de viaje. El fuego se acercaba rápido. No lo dudamos. Entramos en el chalet y pudimos rescatarlos a tiempo. Buscamos y encontramos las llaves del coche de su padre y salimos hacia una zona segura”, detalla. Tampoco olvidarán ese día las otras familias a las que Aloisio y Nicolás fueron dando la voz de alarma para que abandonaran sus cortijos o casas de campo mientras las llamas iban avanzando.

“El director del Centro Operativo Provincial del Infoca y yo nos encontrábamos en el Puesto de Mando Avanzado del otro incendio [que se había producido apenas unas horas antes], el de Villaharta, cuando vimos una gran cortina de humo al Norte que parecía una reproducción de ese incendio de Villaharta y rápidamente nos dirigimos hacia ese nuevo fuego”, cuenta.

Cuando llegaron al lugar vieron que la Guardia Civil había cortado la carretera N-502 en ambos sentidos. “Nos encontramos entonces a pie de carretera a un vecino que nos advirtió que en el flanco derecho del fuego había muchas casas de campo diseminadas. Nos metimos sin pensarlo por un camino rodeados por humo y llamas y fuimos casa por casa avisando a los vecinos. Son esos momentos dónde actúas sin más, movido por lo más importante, que es salvar vidas”, destaca Aloisio. El delegado y el director del Centro Operativo Provincial del Infoca acompañaron a algunas de esas familias a una zona segura, formando un convoy, escoltados por una patrulla de la Guardia Civil y “por el gran Juan Castillejo, agente de Medio Ambiente y Coordinador de la Unidad Biogeográfica Pedroches”, añade Aloisio.

Todo ello mientras un contundente despliegue de medios aéreos del Plan Infoca y los hidroaviones del Ministerio descargaban todo su arsenal de extinción para intentar controlar un incendio que estaba desbocado. Y mientras muchos bomberos, llegados de refuerzo también de otras provincias, ya desplegados en tierra, le ganaban al fuego, metro a metro.

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