Córdoba mantiene su población oficial y se concentra cada vez más en la capital

El padrón a 1 de enero contabiliza 772.153 residentes en la provincia, donde la mayoría de sus municipios siguen perdiendo población, y oficializa que Almería ha adelantado a Córdoba

¿Cuántos habitantes tiene cada pueblo de Córdoba? Listado con los 77 municipios

Una multitud de gente en la calle Cruz Conde de la capital
Una multitud de gente en la calle Cruz Conde de la capital / Juan Ayala

La sangría poblacional en la provincia de Córdoba sigue, pero de forma cada vez más desigual. El padrón de habitantes, que marca la cifra oficial de población a 1 de enero de cada año, contabiliza un total de 772.153 residentes en la provincia, uno más que el pasado año. Pero tras ese dato global sigue estando la pérdida de habitantes de la mayoría de los municipios (55), en una despoblación progresiva a la que solo hacen frente (y con dificultad) la capital y municipios de su entorno, donde se va concentrando la población, o en el otro núcleo más poblado de la provincia, Lucena. De hecho, el padrón oficializa un dato que ya se había registrado en otras estadísticas: Almería adelanta a Córdoba en población con 773.577 habitantes y se coloca como quinta provincia más poblada de Andalucía.

A 1 de enero de 2025, Córdoba capital contaba con 323.262 personas empadronadas, 450 más que el año anterior, pero 500 menos que en 2023. La ciudad lleva dos décadas en ese entorno de los 320.000 habitantes, que llegaron a ser 328.000 en el momento en el que la provincia sobrepasó los 800.000 (2009). En ese momento, su población suponía el 40,8% del total de la provincia; ahora es el 41,86%. Y la tendencia es a agrandar ese peso poblacional, tanto por el crecimiento que podría darse en la capital si prospera el desarrollo industrial y logístico previsto como por la progresiva caída que se registra en el resto de la provincia.

Córdoba acumula cada vez más población, pero también van creciendo los municipios de su entorno. La Carlota va avanzando sin prisa pero sin pausa y suma ya 14.503 habitantes, 3.000 más que hace dos décadas; Guadalcázar avanza poco a poco después de dar un salto a principios mitad de los 2000 y tiene ya 1.589 vecinos. Obejo vuelve a crecer levemente y sobrepasa los 2.100 (2.101) y Villafranca avanza poco a poco hacia los 5.000 (4.895).

Lucena también vive un aumento lento pero sostenido en el medio plazo. Hace veinte años estaba por debajo de los 40.000 habitantes; en este padrón, vuelve a registrar un crecimiento de más de 300 habitantes hasta colocarse en 43.408. También crece Puente Genil, que roza los 30.000 habitantes perdidos a principio de la década: tiene 29.963 vecinos censados.

Peor va la estadística para las otras ciudades de la provincia. Montilla pierde una veintena de habitantes hasta quedar en 22.305 y Palma del Río baja otro centenar y contabiliza 20.438 vecinos, acercándose cada vez más a la frontera de los 20.000 que marca la consideración de ciudad, la participación en los ingresos del Estado o los servicios a prestar. Precisamente Cabra, la otra población de la provincia que estaba por encima de esa cifra la ha perdido en este padrón, en el que registra 19.995 residentes. Baena fue la última en rebasar esa barrera, en el año 2015. Las ciudades medias se van perdiendo.

El padrón certifica de forma oficial por otra parte que Córdoba pasa a ser la sexta provincia de Andalucía, solo con Jaén y Huelva por detrás. Almería ha tenido en los últimos un fuerte ritmo de crecimiento, con 10.000 habitantes más al año, que le ha permitido alcanzar los 773.577 vecinos. Su tendencia es la contraria a Córdoba y el próximo año empeorará la diferencia; los datos publicados de la estadística de población continua han mostrado la pérdida de 3.000 habitantes en lo que va de año.

Y si no hay ninguna sorpresa, seguirá siendo así. Según la última proyección elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, realizada mediante una encuesta a demógrafos de toda España, para 2039 la provincia tendrá 749.234 residentes, sumando extranjeros y nacionales. Esto quiere decir que, en este tiempo, se perderán 23.000 habitantes, equivaldría a la desaparición de Montilla. Una evolución contraria a la que vivirá el resto del país: en ese mismo periodo España ganaría 5.137.447 habitantes (un 10,6%), hasta superar los 53,7 millones de personas en 2039.

La razón de la diferencia es doble. Por un lado, el crecimiento vegetativo negativo, con un mayor número de defunciones que de nacimientos. Un fenómeno que se da en otras zonas, pero que es compensado por la llegada de nuevos habitantes, con un saldo migratorio positivo, algo que no se espera en Córdoba, una de las provincias con menor población extranjera del país.

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