El centro de migraciones de Cruz Roja en Puente Genil roza el lleno
Campiña Sur
La instalación, con 160 plazas, está al límite a la espera del inicio de la temporada sensible
La institución vuelve a celebrar el Día Mundial del Refugiado

El centro de migraciones de la Cruz Roja en Puente Genil vuelve a rozar el lleno de ocupación en una época sensible, como es la previa a la llegada del verano, periodo del año donde tradicionalmente aumenta la presión migratoria en el Estrecho de Gibraltar debido a la incesante llegada de pateras al territorio nacional. “Estamos al 98% en el espacio para refugiados y una parte importante de nuestra actividad es prestar atención humanitaria a los refugiados que nos llegan, especialmente procedentes de otros centros situados en zonas de costa adonde recalan en un primer momento”, ha explicado su director, Ángel Pérez.
Pese a reconocer que “las fluctuaciones del tiempo son las que suelen determinar una mayor o menor oscilación en la llegada de inmigrantes a las instalaciones de la institución humanitaria”, también ha señalado que tanto el personal como los voluntarios trabajan y hacen todo lo posible para que “aquí haya hueco para todos”.
Durante la presentación del Día Mundial del Refugiado, Pérez ha dicho estar orgulloso con el trabajo que se realiza en un centro que supone toda una referencia dentro del territorio nacional, al ser uno de los que cuenta con más plazas y donde conviven personas de una veintena de nacionalidades diferentes.
Y ha señalado que “Puente Genil es un estandarte de cómo las cosas pueden funcionar bien, ya que se trata de un centro muy grande, con mucha incidencia sobre las cosas que pasan en el pueblo a nivel de asesoramiento, y además contamos con una trayectoria muy importante, ya que desde 1994 que fue el año en el que se procedió a la apertura de las instalaciones, puede decirse que el experimento ha resultado exitoso”.
El director del Centro de Migraciones de Cruz Roja también ha recalcado la buena acogida que los pontanenses dispensan a quienes llegan a la ciudad buscando un futuro mejor, ya que tras un primer periodo de entre seis y nueve meses en el centro muchos optan por quedarse en Puente Genil.
“En líneas generales y de lo que nosotros depende, la convivencia en el centro es rica para lo bueno y lo malo”, ha explicado Pérez, quien ha dicho que aglutinar en un mismo edificio a personas con tantas costumbres diferentes “no es fácil, sobre todo porque muchas de ellas presentan un grave deterioro personal”.
“Preferimos vivir una experiencia en positivo, que supere nacionalidades y colores, y que a nosotros, como equipo, nos da algunos pequeños éxitos, como son los casos de reagrupamiento familiar, que nos proporcionan el combustible necesario para seguir adelante”, ha dicho el director del centro, quien ha añadido que la única misión que tiene el centro es “tratar de ayudar a aquella gente que necesita apoyo, haciendo que se sientan como realmente son”.
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