La descomposición incesante del firme, entre el polvo y las piedras, la inestabilidad de la superficie y el riesgo cierto de agravamiento de los deterioros fuerzan al Ayuntamiento de Lucena a ejecutar una obra provisional y de emergencia en la calle circular Trasmatadero.

En estos últimos días, mientras culminaba el procedimiento anterior a la publicación de la licitación de una obra integral en esta plaza, el área de Obras ha decidido intervenir de urgencia, a partir de la próxima semana, con la finalidad de “rellenar los socavones”, con zahorra compactada, y “sostener los áridos”, aplicando betún asfáltico. Uno de los objetivos prioritarios es moderar los serios inconvenientes que soportan, desde hace meses, los conductores de vehículos por las insalvables imperfecciones de un trazado sin pavimento.

La imposibilidad administrativa de reducir los dos meses vaticinados en la adjudicación de la intervención motivan esta primeros trabajos, emprendidos, “en función de las necesidades de la zona”, ha apuntado el concejal del ramo, César del Espino (PSOE).

Posteriormente, pasado el verano, comenzará una reconstrucción, presupuestada en 140.000 euros, y que culminará, en un plazo diseñado de tres meses, materializando “una calle completamente nueva”.

El proyecto recoge la renovación de las infraestructuras de saneamiento, abastecimiento, electricidad y alcantarillado. Asimismo, la empresa seleccionada abordará la adecuación y ejecución del acerado y la calzada. Del Espino ha reiterado que la consecución de la financiación ha retrasado esta obra, que afronta “un problema de magnitud”, provocada, apunta, “por una situación sobrevenida, no presupuestada y que ha surgido en el peor momento”. Hace unos meses, el Consistorio efectuó obra actuación de urgencia que consistió en la inyección de hormigón para “evitar que colapsara”.

"Sin novedades" en la casa desalojada por hundimientos

Por el contrario, el concejal socialista se ha limitado a afirmar que “no hay novedades, ni comunicación por ninguna de las partes”, acerca de la casa situada en el número 21 de la calle, apuntalada e inhabitada desde diciembre por el profundo y angustioso hundimiento de la planta baja. La moradora, de 91 años, continúa realojada en casa de unos familiares.

El conflicto que contrapone los intereses de la propietaria y el Ayuntamiento ha regresado a su origen. La reclamación patrimonial interpuesta en enero por la dueña del inmueble, por considerar que una fuga de agua, desde una tubería pública, erosionó sus cimientos, retorna al propio Consistorio. En primera instancia, la administración local inadmitió la petición y trasladó el expediente a Aguas de Lucena, empresa pública que ha rechazado cualquier responsabilidad porque, explica el abogado de la afectada, José Antonio Ramírez Corredera, la misión de esta entidad se limita al mantenimiento del suministro.

El Ayuntamiento, que vuelve a analizar la solicitud de indemnización, ha pedido un informe a sus técnicos competentes, con la finalidad de esclarecer la causa de los daños producidos. El letrado le achaca al Consistorio que dilate el procedimiento y “tire balones fuera después de intentar tirar la pelota al tejado de Aguas de Lucena”. Insiste en manifestar Ramírez Corredera que “no empatizan con el problema de la familia”.

Este abogado augura que el proceso finalizará en un litigio contencioso-administrativo, recalcando que, antes, depende del Ayuntamiento terminar la vía administrativa. La familia también prepara un informe pericial, documento de cuya inexistencia había advertido el Consistorio.