Subbética

Siete meses fuera de su casa en Lucena al hundirse el suelo por una fuga de agua en la vía pública

  • La propietaria del inmueble, una mujer de 90 años, tuvo que abandonar el edificio por los socavones en la superficie

  • El Ayuntamiento ha acometido una obra de urgencia en el saneamiento de la calle e iniciará en este verano la restitución del asfaltado y adecuación del acerado

Vivienda apuntalada en el número 21 de la calle Trasmatadero de Lucena

Vivienda apuntalada en el número 21 de la calle Trasmatadero de Lucena / M. González

24 de diciembre del año 2019. Nochebuena. Isabel Pacheco, una mujer de 90 años, sale forzosa y precipitadamente de su hogar, situado en el número 21 de la calle Trasmatadero de Lucena, por el peligroso desprendimiento del suelo en varias estancias de la planta baja. Una profunda oquedad, por el movimiento de la superficie y la rotura de las losas, impide transitar por la entrada de la vivienda.  

El origen de los socavones, denunciado por los familiares de la propietaria y admitido por el Ayuntamiento: continuas filtraciones de agua desde los conductos de la vía pública. Una hija realoja en su vivienda, ubicada a solo unos metros, a Isabel, mientras técnicos municipales comunican que los daños detectados impiden habitar el inmueble y ordenan apuntalar las habitaciones más deterioradas. En ningún momento se tramita la declaración de ruina.

En enero, días después de abandonar su domicilio, esta vecina interpone una reclamación patrimonial contra el Consistorio. Sus allegados argumentan que “una tubería rota”, a dos metros de la edificación, en una plaza que adolece de crónicas deficiencias en las conducciones subterráneas, es la causa de los desplomes. Aducen que la casa, construida hace medio siglo, “tiene todo los papeles en regla” y achacan los impactantes desperfectos a la incidencia “de un chorro de agua, durante dos años, que discurría como un venero”.

Dos meses más tarde, a pocas jornadas de la declaración del estado de alarma, el Ayuntamiento inadmite la solicitud, explica el abogado de la afectada, José Antonio Ramírez Corredera, y “traslada” la responsabilidad a Aguas de Lucena, empresa pública, a la que se piden inspecciones, y que, hasta el momento, no se ha pronunciado.

Calle Trasmatadero, de Lucena Calle Trasmatadero, de Lucena

Calle Trasmatadero, de Lucena / M. González

El letrado le reprocha al Ayuntamiento “falta de empatía” con esta persona mayor que acusa “problemas psicológicos” por esta coyuntura y tacha de “alarmante y nefasto” que evidencie despreocupación y “no se involucre”.

Insiste el abogado en sostener que “están causando un problema de salud” a la titular de la casa. A su juicio, de manera “clarísima”, el Ayuntamiento ha de asumir los daños a terceros ocasionados desde la vía pública ya que Aguas de Lucena “no es la dueña del saneamiento ni de los conductos de agua”. Refuta la teoría que atribuye “la zona es de relleno”, un razonamiento que, señala, contravendría el otorgamiento de la licencia urbanística. Únicamente concede la incógnita de discernir si “el desprendimiento ha sido por aguas fecales o saneamiento”, aunque apunta al segundo motivo puesto que “va a mucha presión”.

Abocado a la vía judicial

El devenir de los acontecimientos, y es un presagio unánime, compartido, entre las distintas partes implicadas, encauza esta controversia, advierte José Antonio Ramírez, a un litigio contencioso-administrativo.

A principios de año, el Ayuntamiento acometió, en este sector, unas obras de urgencia que sustituyeron y renovaron la instalación del saneamiento. La intervención también comprendió la inyección de hormigón, en los puntos conflictivos, que transforma “en piedra” el firme, detalla el concejal de Obras, César del Espino (PSOE). “El lavado de áridos hace que haya río subterráneo y el aire supera al suelo”, añade el edil socialista.

Una segunda fase, adecentará el acerado y repondrá el asfaltado, actualmente en condiciones impracticables, y soterrará el abastecimiento, actualmente aéreo. Esta actuación, avanza Del Espino, podría arrancar en unos dos meses –al culminar el procedimiento ordinario de licitación- y terminar en septiembre. El presupuesto asciende a 140.000 euros y el dinero provendrá de otros proyectos pospuestos ante la prioridad conferida a esta ejecución.

El Ayuntamiento no impide el arreglo de la casa

Al respecto de la casa desocupada, César del Espino sostiene que “ellos pueden arreglar la casa” y luego reclamar, ya que “no depende de ninguna acción municipal porque el Ayuntamiento no actúa en la casa de nadie”, aunque comprende que, antes, recaben los informes periciales pertinentes. Aclara que “sí se apuntaló para evitar el colapso de la estructura”. En cualquier caso, expresa su voluntad de convocar, “esta misma semana”, una reunión con todos los agentes implicados”.

Las quejas del vecindario se extienden a la calle Almedinilla, contigua a Trasmatadero, donde “un tubo de hormigón”, se ha “hundido una cuarta para abajo” y ha derrumbado zócalos de mármol de algunas fachadas.

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