Valle del Guadalquivir

La batalla de la harina de Ochavillo del Río, de broma a tradición

  • Por primera vez en sus más de 60 años de historia esta cita propia del Miércoles de Ceniza se celebra un sábado

Un grupo de mujeres participa en la batalla de la harina de Ochavillo del Río.

Un grupo de mujeres participa en la batalla de la harina de Ochavillo del Río. / Salas / Efe

Más de 60 años llevan los habitantes de Ochavillo del Río poniéndose de harina hasta las cejas para celebrar el Miércoles de Ceniza, algo que comenzó como una broma a una panadera y se ha convertido en una tradición que este año, por primera vez en la historia, se celebra un sábado.

Había 120 kilogramos de harina esperando para convertirse en munición en una batalla que, por coincidencia con el fin de semana, ha acabado siendo más concurrida de lo habitual este año.

“Hemos acertado al cambiar. Están aquí los estudiantes y ha venido gente de otros pueblos”, ha señalado este sábado el concejal de la localidad Enrique González, quien ha añadido que, para ser la primera vez en la historia que se cambia una tradición que lleva décadas instaurada, en la localidad están muy contentos.

Mientras, las mujeres mayores del municipio están ya calentando el arroz con el que se van a alimentar más de doscientas personas, que cerca del mediodía ya están cubiertas por un manto blanco de polvo.

Surgió cuando una panadera empezó a tirar harina como venganza a una burla

Y es que los vecinos de Ochavillo del Río, una Entidad Local Autónoma de Fuente Palmera, reciben desde hace más de 60 años la Cuaresma con su popular batalla de la harina, en la que, desde primera hora de la mañana, los niños comienzan a tirarse harina y a embadurnarse.

Todo porque a la panadera del pueblo le dio por coger un saco de harina y tirársela a todo el mundo cuando unos muchachos le quisieron gastar una broma. “Antiguamente se echaba ceniza de los braseros, aquí la panadera cambió la tradición”, ha bromeado el concejal, que ha dicho que, al igual que entonces, quizá sea buen momento para plantear moverla desde el Miércoles de Ceniza –festivo en la localidad– al fin de semana siguiente.

En este sentido, reconoció que el Ayuntamiento lleva tiempo sopesando la idea, y que, si hasta ahora no lo ha hecho, es porque es una tradición muy vinculada a la gente mayor. Pero los tiempos cambian, y la decisión que se ha tomado este año puede suponer un antes y un después.

“Lo mismo este año abre las puertas para darle el cambio y acudir a Diputación y darle proyección turística”, ha reconocido González. Lo dice consciente de que el clima primaveral de este sábado ha ayudado al desarrollo de una fiesta en la que también por primera vez un autobús ha ido recogiendo visitantes en los pueblos colindantes.

El resultado es que los bares han estado llenos, la gente feliz, y la tradición, aunque el calendario diga lo contrario, sigue siendo santo y seña de Ochavillo del Río. Por cierto, huelga decir que nadie ha salido herido en la celebración de la batalla de la harina y que se han gastado los más de 120 kilogramos destinados a esta incruenta lucha.

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