Campiña Sur

José Luis Casas, el agricultor de Montilla que ha creado un Fórmula 1: "Seguiré en el campo, pero sería un gustazo hablar con Fernando Alonso"

  • Después de tres años de trabajo autodidacta, arranca los motores del monoplaza de competición que ha construido desde cero

Brindis tras descubrir el Fórmula 1 de José Luis Casas.

Brindis tras descubrir el Fórmula 1 de José Luis Casas. / Robles

"Soy agricultor y seguiré en el campo, pero sería un gustazo contactar con Fernando Alonso". José Luis Casas, un viticultor montillano, ha presentado este sábado en sociedad el monoplaza de competición que, de manera completamente autodidacta, ha creado desde la nada en una cochera situada junto a la avenida de Italia de Montilla, un lugar muy transitado por los tractores que en la época de vendimia se dirigen a la cercana cooperativa La Unión. Precisamente fue en el mes de agosto de 2018, con la recogida de la uva a punto de empezar, cuando José Luis se convenció de que su sueño, ponerse a los mandos de un Fórmula 1 como los que conduce su admirado Fernando Alonso, podía hacerse realidad.

Claro que debía hacerlo desde cero. Sin más conocimiento que lo aprendido durante años de trabajo en el campo para arreglar los tractores y las cosechadoras. "Lo más difícil ha sido poder sacar tiempo. Ha habido mucho esfuerzo y, aunque a veces las fuerzas flaqueaban, me ha podido la afición por la Fórmula 1", ha explicado este sábado, visiblemente nervioso, a las decenas de medios de comunicación que se han acercado al estreno.

Aunque, más que afición, lo suyo es pasión, como consta en una de las inscripciones que luce la brillante carrocería gris metalizada, Pure Passion. También hay algo de Salvaje atracción, otro de los lemas. Y mucho de intentar revolucionar los sentidos, como anima en otra de las inscripciones.

Acompañado por el teniente de alcalde de Turismo de Montilla, Manuel Carmona; por el concejal de Deportes, Miguel Sánchez, y por la responsable de marketing de la bodega Pérez Barquero, Adela Córdoba, y arropado por familiares, amigos y aficionados al motor, casas ha descubierto la máquina, cubierta por una lona negra, y ha arrancado el motor. Ha habido un minuto larguísimo de tensión. Una llave que no aparecía. Algo que no funcionaba. Pero, al fin, el motor ha empezado a rugir, primero de manera tímida y luego como un animal que se desboca en una pista de competición. 

"José Luis siempre ha tenido muchas ocurrencias desde chico, muchos experimentos", ha dicho orgullosa su hermana, Rosa Casas, que con una videocámara no ha querido perderse un momento tan especial en compañía de sus tres hijos: Gonzalo, Valentín y Rosa. "Ha sido constante, día a día, y nosotros no nos creíamos lo que estaba logrando, aunque siempre confiamos en que podía hacerlo", ha confesado.

Entre el público también estaban Antonio García, trabajador de la Ford, y Miguel Pino, de profesión pintor industrial. Han sido dos de sus asesores de cabecera en este largo proceso. "Su familia siempre ha sido cliente nuestro y nos contó lo que quería hacer. La primera impresión es pensar dónde se estaba metiendo. Y al final te tienes que quitar el sombrero. Chapó", le ha felicitado García.  

José Luis, de 45 años, barruntaba desde pequeño lo de la Fórmula 1, ha confesado. “Hace 20 años empecé a hacer el primero. Era pequeño, con un motor de ciclomotor. Tomaba las medidas de algún coche que me gustara y lo reproducía a una escala pequeña, tipo car cross, en el que yo pudiera subirme y conducirlo”, ha recordado. Sus amigos, claro está, alucinaron cuando vieron el vehículo ponerse en marcha en su olivar de la Cañada del Mimbre esquivando los árboles, junto a la carretera que va hacia Cabra y Carteya. Poco a poco, la flota empezó a crecer: “Construí más, hicimos un circuito y competíamos los fines de semana. Lo del Fórmula 1 siempre lo tenía ahí. Y ha habido suerte”, dice. 

"Ahora toca disfrutarlo. Llevarlo a algún circuito y encender el motor, graduarlo", sigue soñando. Y en su cabeza, claro está, hay una posible conversación con Fernando Alonso: "Sería un gustazo", dice, pues su vehículo está inspirado en el estreno del asturiano en la casa McLaren, aunque con algún toque personal, como los alerones, y reminiscencias a Montilla en los rótulos.

El teniente de alcalde de Turismo, Manuel Carmona, ha dicho que esta es también una manera de "amontillarse", mientras que el responsable de Deportes, Miguel Sánchez, ha felicitado a Casas por su trabajo ingente, al tiempo que ha recordado la "sorpresa" cuando descubrió lo que tenía entre manos.

La presentación en sociedad ha tenido lugar en las bodegas Pérez Barquero. La responsable de marketing de la casa montillana ha bromeado con que "vino y volante no deben ir de la mano", si bien ha comparado que ambos comparten los mismos orígenes: "La pasión y la artesanía". "El vino nace en el campo gracias al esfuerzo del viticultor, y como buen viticultor José Luis cuida de sus vides. Le ha puesto la misma pasión a un Fórmula 1 que es pura artesanía porque, al igual que el vino, este coche no viene de una fábrica, se ha creado desde cero", ha comparado.

Córdoba ha desvelado que, al igual que ocurre con el estreno de los barcos, la bodega propuso estampar una botella de fino Los Amigos -tarda en elaborarse entre tres y cuatro años, el mismo tiempo que el McLaren Casas- contra la carrocería reluciente del vehículo. "Afortunadamente nos dijo que no, que era un disparate", ha bromeado.

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