Recibe el alta uno de los menores heridos por la explosión pirotécnica

Priego de CÓRDOBA/Uno de los dos niños heridos de gravedad que resultaron afectados por la explosión de elementos pirotécnicos (cohetes) en Priego de Córdoba el miércoles fue dado de alta ayer por el equipo médico que le atendía en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El menor, de 12 años, fue ingresado con quemaduras en el 6% de su cuerpo, sobre todo en los brazos y en las piernas.

El otro niño herido de gravedad, de 14 años, continúa ingresado en la UCI de Pediatría del Hospital Infantil del Virgen del Rocío, precisa de ventilación mecánica y sufre quemaduras que afectan al 16% de su cuerpo de segundo y tercer grado. Según las fuentes del propio centro sanitario, el menor se encuentra estable y evoluciona favorablemente.

Los hechos ocurrieron el miércoles, cuando un grupo de niños, todos menores de 14 años, manipularon material pirotécnico de un almacén cercano al campo de fútbol de Priego de Córdoba, en la zona conocida como La Cruz de las Mujeres. La deflagración de los cohetes provocó heridas en seis niños.

Los dos menores que sufrieron las lesiones más graves tuvieron que ser trasladados en sendos helicópteros, de Córdoba y Granada, al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Los otros cuatro menores tuvieron que ser atendidos en el centro de salud de la localidad prieguense, aunque con heridas leves que no necesitaron el traslado al hospital.

Según los primeros indicios de la Guardia Civil, los niños se adentraron en la finca donde se guarda material pirotécnico, entre el que se encontraban cohetes. Los niños accionaron estos productos provocando un deflagración que se escuchó a unos 500 metros del escenario, según informaron algunos medios del municipio prieguense.

Una vez conocido el accidente, la consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, hizo ayer un llamamiento a los ciudadanos para que denuncien cualquier venta ilegal o utilización inadecuada de petardos y otros elementos pirotécnicos que ha descrito como "objetos peligrosos".

Montero ha dirigido su petición de manera especial a los padres, para que no permitan a sus hijos el uso de estos artefactos y recordó que, además de su peligro explosivo, los petardos también conllevan "un efecto acústico desagradable, sobre todo para mayores y enfermos", explicó.