La sesión plenaria ordinaria del mes de julio del Ayuntamiento de Pozoblanco, que se presentaba sin puntos en el orden del día, acabó incluyendo dos asuntos de urgencia que la oposición criticó al equipo de gobierno por no pasar con anterioridad por la comisión informativa por la importancia de los mismos.

El primero de los asuntos estaba referido al cambio de dos obras del Plan PFEA, concretamente el arreglo del entorno del Mercado de Abastos y la terminación de la calle Virgen de Lourdes, que desemboca en el entorno del citado mercado. Estas dos obras se retrasarán en el tiempo y en su lugar, en el presente ejercicio, se acometerán las obras de mejora de las calles Rafael Carrasco Recena y Celestino Martínez, ambas ubicadas en la parte trasera de la Parroquia de Santa Catalina.

Preguntado por la oposición sobre el cambio de programación de estas obras, el alcalde, Santiago Cabello, argumentó que este cambio es debido a que "no tiene sentido" acometer las obras en el entorno del Mercado de Abastos, cuando se espera poder iniciar las obras de remodelación del mismo en los dos últimos años de mandato, dado que la obra contempla la creación de aparcamientos subterráneos.

Precisamente sobre este asunto quisieron conocer los grupos de la oposición el por qué se ha programado iniciar las obras en dicho momento "si el Ayuntamiento cuenta con fondos propios para poder acometer dicha obra sin necesidad de buscar financiación externa" de otras administraciones y, por lo tanto, no entienden el retraso.

El segundo de los asuntos que se incluyó de urgencia en el orden del día del Pleno fue la concesión de las subvenciones nominativas a las entidades sociales que actúan en Pozoblanco, concretamente a Cruz Roja Española, Cáritas Interparroquial, El Buen Samaritano, San Vicente de Paul y el comedor social de Acuide, además de 6.000 euros a la Asociación Recuerda que trabaja en la lucha contra el alzhéimer.

La partida presupuestaria para las subvenciones nominativas se aumentaron de 50.000 a 75.000 euros para 2021, un aumento derivado de la crisis del coronavirus que ha visto incrementar las ayudas sociales de estas asociaciones locales. Además, los 22.900 euros que se recaudaron en la cuenta solidaria durante el estado de alarma, gracias a los donativos de empresas y particulares, también se ha incorporado a este reparto entre las entidades sociales.

Este reparto no ha sido igual para todas las entidades, ya que como explicó la concejala de Asuntos Sociales, María Fernández, se ha tenido en cuenta el número de usuarios al que atiende cada entidad, y no de forma igualitaria como se hacía con anterioridad.

De esta forma, a Cruz Roja Española se le conceden 33.836 euros, Cáritas se llevará 31.502 euros, San Vicente de Paul 28.045 euros y El Buen Samaritanao, 22.868, frente a los 11.649 que se le han concedido al comedor social de Acuide, justificando esa diferencia la concejala del área en que no registraron actividad durante el estado de alarma de la pandemia, por lo que no ha recibido partida alguna del reparto de la cuenta solidaria.

Un reparto que no ha gustado a los grupos de la oposición, que han criticado que dicho asunto y reparto no se tratara en una Comisión de lo Social previa al conocimiento en Pleno, considerando desde IU, según su portavoz, Miguel Calero, que "existe un agravio comparativo del resto de entidades con respecto al comedor social que tras la pandemia ha triplicado el número de usuarios atendidos".

Por parte de Ciudadanos y el PSOE también se ha criticado la tardanza en conceder estas ayudas, a pesar de que el trabajo de los colectivos sociales no ha parado, incluso se ha visto incrementado por la pandemia, y porque al ser subvenciones nominativas no era necesario esperar a la aprobación de los presupuestos del ejercicio del 2021 para su concesión.