Montilla-Moriles

La bodega montillana Pérez Barquero lanza el Brut Nature G1, un rompedor vino espumoso con alma de generoso

  • La marca G1 utiliza una levadura autóctona de velo de flor aislada en los años 80 del pasado siglo en Bodegas Gracia

  • El nuevo producto se hace realidad tras un laborioso proceso de investigación que arrancó en 2018 de la mano de la Universidad de Córdoba

Botellas de Brut Nature G1, el espumoso con alma de generoso de Pérez Barquero.

Botellas de Brut Nature G1, el espumoso con alma de generoso de Pérez Barquero. / El Día

A los vinos de Montilla-Moriles empiezan a salirle burbujas. Pérez Barquero acaba de lanzar el Brut Nature G1, el primer espumoso de la casa, un producto con alma de generoso "para brindar y desear todo lo mejor" en las próximas fechas navideñas, como ha invitado a conocer este viernes la centenaria bodega montillana, fundada en 1905.

Este vino rompedor es el resultado de la colaboración entre la empresa y el Grupo de Investigación Vitenol de la Universidad de Córdoba, que ha permitido avanzar en la elaboración de nuevos espumosos con las variedades de uva y levaduras autóctonas de la DO cordobesa, lo que supone "todo un reto tecnológico". Y lo ha hecho con un vino generoso viejo como licor de expedición.

Los enólogos han logrado realizar la segunda fermentación en botella con levadura autóctona de velo de flor, bautizada como G1 y con una larga historia: aislada en la primera mitad de los años 80, es originaria de Bodegas Gracia, perteneciente al grupo Pérez Barquero. "Por primera vez en la historia enológica de Montilla -Moriles tenemos un vino espumoso elaborado con una levadora autóctona de nuestra zona vinícola, que fue aislada hace más de medio siglo y conservada desde entonces en el Departamento de Química de la Universidad de Córdoba”, ha explicado el profesor Juan Moreno.

“Elaborado con el método tradicional champenoise, tras su fase de degüelle se le añade como licor de expedición un generoso viejo. El resultado es un vino espumoso único, genuino, distinto a todo lo que hasta el momento existe en el mercado”, ha incidido el experto, quien ha subrayado que el resultado es fruto de lo que se puede denominar como "enología de precisión".

“El proceso de adaptación de las levaduras de velo de flor, que se desarrollan en condiciones aerobias, es complejo y requiere un elevado conocimiento del metabolismo y de las condiciones especiales en que se desarrollan estas levaduras. Por tanto, la innovación llevada a cabo conecta directamente con las líneas de investigación más actuales, que están enfocadas al desarrollo de una enología de precisión y que se llevan a cabo en los países de fuerte tradición vitivinícola y en aquellos que se han incorporado recientemente a la elaboración de vinos", ha explicado.

En este caso, el uso de una levadura autóctona seleccionada y adaptada a unas condiciones concretas y su aplicación en el momento adecuado del proceso de elaboración del vino espumoso "ha permitido crear un producto nuevo y ampliar la oferta de vinos elaborados en la zona Montilla-Moriles", ha animado a probar.

Además del velo de flor, este espumoso autóctono está muy ligado al suelo, al terruño, como ha indicado la directora de marketing de Pérez-Barquero, Adela Córdoba: "Los suelos de albariza donde se cultivan nuestros viñedos se formaron en el mismo periodo geológico que la Craie en la Champaña, la zona más prestigiosa en elaboración de vinos espumosos. El aporte de los suelos calizos une inexorablemente el perfil organoléptico de ambos vinos".

"Hay otras similitudes inspiradoras", ha animado a comprobar. Por ejemplo, la segunda intervención de levaduras, tanto en el proceso de producción según el método tradicional champenoise como en la crianza biológica bajo velo de flor habitual en los finos de Montilla-Moriles. "Los más reputados productores de Champagne juegan, fascinados, con vinos tradicionales andaluces para dar ciertos toques a sus vinos; en nuestro caso, se ha empleado vino generoso viejo como licor de expedición y ello le confiere a G1 una distinción y un final en boca en el que se aprecia la vejez, mientras que de entrada es muy fresco y aromático", ha descrito Córdoba.

La marca G1 procede del nombre con el que la UCO ha bautizado a esta levadura de velo de flor, aislada hace 50 años, por proceder de la bodega Gracia Hermanos. "Y bien podría ser, además, la inicial de genuino: uva pedro ximénez, tierra albariza, levadura autóctona de velo de flor, vino viejo… Todo en la elaboración de G1 es propio de su origen montillano". "Nuestra satisfacción es poder hacer una nueva aportación al mundo del espumoso con un vino muy de aquí, en todos los sentidos", ha destacado.

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