Alto Guadiato

Peñarroya restaura la cruz del Peñón, símbolo del municipio

Los operarios, durante la restauración de la cruz del Peñón de Peñarroya.

Los operarios, durante la restauración de la cruz del Peñón de Peñarroya. / El Día

Sobre el Peñón que corona Peñarroya y que da nombre al municipio, vuelve a lucir en perfecto estado la Cruz erigida en la década de los 40 del pasado siglo XX, uno de los uno de los símbolos de la localidad. La actuación desarrollada por el Ayuntamiento, y que ha supuesto una inversión de alrededor de 10.000 euros, ha incluido trabajos tanto en la estructura metálica, donde se han aplicado tratamientos antióxido, como en el hormigón, que se ha reforzado con morteros especiales y argamasas para darle una terminación lo más parecida posible a su estado original.

La Cruz del Peñón es uno de los símbolos de Peñarroya-Pueblonuevo e, incluso, figura en su escudo oficial. En palabras del alcalde, José Ignacio Expósito, "con esta actuación hemos conseguido poner en valor una de nuestras señas de identidad, haciendo realidad el compromiso del equipo de gobierno de recuperar este emblema". Según Expósito, así se atiende a la corriente ciudadana que en los últimos meses solicitaba esta intervención, sobre todo vecinos emigrados, que incluso habían promovido una campaña de crowdfunding.

Incluida inicialmente por la Junta de Andalucía en la lista de símbolos franquistas y luego retirada, el monumento guarda una gran historia. Durante el año 1939, estando Peñarroya-Pueblonuevo bajo el control del bando franquista, el Peñón fue testigo de duros combates. El 3 de mayo de 1944, se erigía en su cumbre una cruz de, aproximadamente, cinco metros de altura, a la que se añadió en dos de sus costados unas placas con la inscripción en latín Justi in perpetuum vivent (Los justos vivirán para siempre).

Fue un carpintero peñarriblense, Augusto Cabrera, quien decidió erigirla tras quejarse al Ayuntamiento de que, en el almacén del pueblo, le habían cobrado mayor cantidad que la estipulada oficialmente por el cemento que había adquirido para levantar su casa. Finalmente, optó por invertir el dinero que se le entregó como indemnización para la cruz. Cuentan las fuentes orales que fue él mismo llevó todo el material hasta la cumbre, acompañado por dos albañiles, en una camioneta sin frenos.

Según se dice, en la construcción de la cruz fueron utilizados, incluso, restos óseos diseminados por la zona desde la contienda. La montó en el vértice geodésico del Alto Guadiato, donde se celebraron los mayores combates. Y, según declaró el propio Augusto a sus vecinos, "tenía dos brazos, a derecha y a izquierda y que era de todos, rojos y azules".

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