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Es un lugar que llama a la esperanza y que grita en voz baja para que el desastre que supuso la Guerra Civil y la posterior dictadura no vuelva a repetirse. La localidad de Pedro Abad acaba de inaugurar el Paseo de la Paz, un conjunto arquitectónico ubicado en el cementerio que ha sido posible gracias a una subvención del área de Memoria Democrática de la Diputación de Córdoba.
El acto inaugural arrancó en el patio del Ayunamiento, desde donde se inició una marcha hasta el camposanto atravesando todo el municipio. En el patio de la Ermita, la alcaldesa, Magdalena Luque (IU), y el diputado provincial Francisco Ángel Sánchez dieron la bienvenida a los asistentes, que disfrutaron de una visita guiada teatralizada.
Para la ocasión, el Paseo de la Paz estuvo iluminado por la luz de más de 300 velas, lo que hizo el momento aún más emotivo. Como explicó el responsable del diseño del monumento, el técnico Ángel Santisteban, la obra invita a realizar un recorrido en tres capas.
La primera es un paseo con baldosas escritas con mensajes reflexivos que fomentan la concienciación por la paz, el respeto, la vida y la muerte. Hay citas de figuras tan diferentes como Lope de Vega ("Que más vale pobreza en paz, que en guerra mísera riqueza"), Jimi Hendrix ("Cuando el poder del amor sobrepase el amor al poder, el mundo conocerá la paz") o Santa Rafaela María ("Seamos personas de paz y fiesta").
La segunda capa de este viaje interior la componen una serie de placas de algunos de los escritores andaluces más relevantes que fueron víctimas de la Guerra Civil o de la posguerra. Incluyen versos sueltos de María Zambrano, Antonio Machado, Federico García Lorca o Luis Cernuda.
Por último, en la calle central del paseo, se encuentra el Árbol de la Paz: "Es un árbol de acero inoxidable que está llorando e iluminado en tonos apagados, con una escritura en su tronco en la que reza la palabra Desesperanza", explica Santisteban. Cuando el visitante interactúa y sitúa sus pies sobre unas huellas de zapatos en las que reza la leyenda "Nunca más hermanos contra hermanos", ese compromiso hace que el árbol pare de llorar y cambia el mensaje a "esperanza". Ahora su estampa se vuelve luminosa y brota vida de su tronco mediante un caño de agua.
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