Vega del Guadalquivir

Palma del Río impulsa un ambicioso plan que busca el "renacer" de su conjunto histórico

Vista del conjunto histórico de Palma del Río.

Vista del conjunto histórico de Palma del Río. / El Día

La recuperación del edificio de las caballerizas, la instalación de una pasarela para recorrer el adarve de la muralla medieval o la iluminación artística de toda la zona son solo tres de las 16 intervenciones incluidas en un ambicioso programa que, con el nombre Un paseo por la Villa, busca el "renacer" del conjunto histórico de Palma del Río.

El presupuesto para ponerlo en marcha asciende a tres millones de euros, un montante que el Ayuntamiento ha solicitado a la convocatoria de ayudas del Programa de Mejor de la Competitividad y de Dinamización del Patrimonio Histórico con Uso Turístico, cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo Next Generation EU y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Todo el conjunto delimitado por el recinto amurallado de Palma del Río está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y comprende una alcazaba o castillo y una cerca de la villa medieval muy bien conservada, dentro de cuyo perímetro se incluye una serie de edificios de "gran valor histórico-artístico", como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el convento de Santa Clara o el Palacio Portocarrero.

El origen de esta fortificación se remonta a la Alta Edad Media, mientras que los almohades la reforzaron y construyeron la alcazaba para hacer frente a los ataques de las tropas cristianas, que finalmente conquistan la plaza en 1231, tal y como consta en el expediente de declaración de BIC.

En la actualidad, la fortificación se encuentra insertada en la trama urbana. Su estructura deriva del período de la dominación islámica, si bien en época bajomedieval, tras la conquista cristiana, se rehicieron gran parte de los lienzos primitivos. La alcazaba o castillo, del que solo quedan en pie unos pocos restos, se sitúa en el extremo noroeste del recinto. Tenía planta cuadrada, muros de argamasa y cinco torreones cuadrados, de uno de los cuales partía la muralla o cerca exterior, levantada con muros de argamasa y tapial, de dos metros de grosor y entre seis y ocho de altura.

A ello hay que añadir la llamada torre de las Angustias, de planta ochavada, convertida en capilla en el siglo XVIII y situada en el lugar que se conoce como Puerta Quemada o Arquito Quemado, que fue puerta norte del recinto amurallado, con entrada en recodo y unos paramentos de tapial reforzados por ladrillo en las esquinas.

Bordeando la muralla, en la zona oriental se encuentra la Puerta del Sol o de la Villa, por la que se accede a la antigua ciudadela medieval. Era también una entrada en recodo, posteriormente transformada en longitudinal. Encima de ella se conserva una balconada plateresca del siglo XVI, con balconcillo de forja, columnas estriadas a los extremos y tondos decorativos, realizada al construir una habitación palaciega en el piso que se levanta sobre la bóveda que genera el ancho del muro.

Después de varios proyectos de restauración, Un paseo por la Villa plantea ahora "la puesta en valor del torreón y lienzos de muralla medieval, el plan de mantenimiento ecológico de la muralla urbana y edificios monumentales y su entorno, la intervención en los espacios públicos mejorando la accesibilidad universal y la puesta en valor del edificio de caballerizas", todo ello con la finalidad de potenciar su "uso turístico", como ha subrayado el Ayuntamiento.

El programa también incluye la intervención bioclimática en los patios del edificio de Santa Clara; la modernización de los sistemas de gestión de residuos; el aprovechamiento de tecnologías inteligentes para visitas virtuales; la reducción de la huella de carbono mediante el fomento de la movilidad eléctrica y la instalación de nuevo mobiliario urbano.

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