Campiña Sur

Moriles registra la tasa más alta de la provincia al superar los 1.000 positivos por 100.000 habitantes

Desinfección en la vía pública de Moriles

Desinfección en la vía pública de Moriles / El Día

La tasa de 1.049 contagios por 100.000 habitantes testada en Moriles supone la cifra proporcional de contagios más alta del conjunto de la geografía cordobesa. Triplica el índice provincial, cuantificado en 339, y computa 39 positivos, en términos absolutos, en los últimos 14 días.

Esta población, de algo más de 3.700 habitantes, sobrepasa en dos puntos, en la misma estadística, a Benamejí, municipio cercano igualmente golpeado, de forma comprometida, por la pandemia.

Al respecto del tránsito entre localidades del entorno se ha pronunciado, explícitamente, la alcaldesa de Moriles, Francisca Carmona (PSOE). Una vez más, ha solicitado a sus vecinos “reducir la movilidad”, instándoles a “evitar entrar y salir” del término municipal.

Directamente, ha subrayado la relevancia de restringir al máximo la circulación con Aguilar de la Frontera, Puente Genil y Lucena, tres localidades unidas a Moriles por “importantes relaciones personales, comerciales y administrativas y que tienen tasas elevadísimas”, señala Carmona. En consecuencia, advierte de que con actitudes inadecuadas “podemos estar importando y exportando el virus”.

En total, Moriles acumula 68 infectados y son dos las personas hospitalizadas a consecuencia del covid-19. El Ayuntamiento, en otro bando municipal, determina disminuir a un 50% el aforo de los comercios y establece el cierre a las 21:00, salvo aquellos que dispensen combustibles, farmacias o servicios médicos. Han de clausurar peñas y asociaciones y los velatorios quedan reducidos a 10 personas, en espacios interiores, y a 15 asistentes tienen lugar en lugares abiertos.

"Complicidad" con bares, restaurantes y comercios

La regidora socialista también incide en la trascendencia de limitar, al mínimo, el número de miembros de los grupos sociales y ceñir a lo imprescindible los contactos.

Los datos actuales –correspondientes al martes ya que ayer miércoles la Junta no municipalizó la evolución de la incidencia del coronavirus- son “bastante preocupantes” para la alcaldesa, quien traslada a sus conciudadanos “la obligación de extremar las precauciones”.

Precisa que las decisiones de “mayor calado” incumben a la consejería de Salud y a su comité de expertos. Estas últimas recomendaciones y limitaciones municipales aprobadas, ante una “curva tan ascendente”, persiguen eludir “soluciones” de más envergadura.

Al adoptar prohibiciones que conciernen y  perjudican de forma patente al sector hostelero y comercial, Paqui Carmona ha expresado un mensaje especial de adhesión y solidaridad con estos empresarios, reclamando a los demás ciudadanos “complicidad” porque “estas familias lo están pasando mal, realizando un esfuerzo importante, cumpliendo medidas y aforos”. Avisa de que si “no colaboramos, podemos estar haciendo un daño tremendo a la economía de nuestro pueblo y a esas familias”.  

Finalmente, ha reconocido su inquietud con determinadas actitudes como los botellones desplazados a “lugares privados y cerrados”; las reuniones que se celebran en “locales, bajos o chalés”; la relajación en el uso de la mascarilla; aquellos jóvenes asintomáticos que pueden ser portadores del virus; o la ruptura de la cuarentena prescrita a positivos y a quienes son contactos estrechos de un positivo.

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