La entrega de un ramo de flores en la previa; un aplauso eterno y recíproco en el epílogo, y entre una cosa y otra, casi dos horas de un concierto intenso y emotivo con una dedicatoria especial y una singular complicidad entre banda y público. Medina Azahara deleitó al público congregado en una fría noche en Villa del Río con una actuación que dedicó a Manuel Mart, el hijo de su líder, Manuel Martínez, fallecido el pasado 31 de octubre. Fue el mejor punto y final a una velada esperada que no defraudó a nadie.

La profesionalidad y raza de Medina Azahara quedó demostrada desde el inicio de una noche de conciertos en el Recinto Ferial de Villa del Río que contó con las bandas Vintash y Cara B como compañeros de cartel. Pero el plato fuerte fue la actuación de la mítica banda de rock andaluz, la primera tras recibir apenas una semana antes el duro golpe de la pérdida de Manuel Mart, 'genio' de la música, alma máter de Estirpe e hijo del líder del grupo tras no poder superar un cáncer.

Un Manuel Martínez que con su incondicional estilo contagió al público, de todas las edades y entregado a un grupo que siempre cumple, con un repaso a los temas míticos de la banda, con los coros de sus seguidores. Paseando por la Mezquita, Hay un lugar, Necesito respirar, Todo tiene su fin o A toda esa gente formaron parte de un repertorio que incluyó una parte en acústico, con la guitarra española de Paco Ventura, en la que sonaron de forma consecutiva Mi pequeño corazón y Siempre estarás en mí, que parecía ser un mensaje al cielo.

Y hasta ahí dedicó su mirada y su mano derecha Manuel Martínez ya en los vises, cuando tras presentar a cada uno de los cuatro miembros de su banda, fue Ventura el que rindió homenaje al líder de Medina Azahara, que quiso dedicar el concierto en Villa del Río a su hijo Manuel Mart -sin nombrarlo-, fallecido una semana antes, pero que siempre estará presente en cada una de las actuaciones de legendaria banda.