La Semana Santa ha acabado, pero en la comarca de Los Pedroches mantienen la tradición de celebrar el Lunes de Pascua, jornada en la que es festiva. Romerías, mozas, hornazos y la función de soldados son solo algunas de las tradiciones que perviven en la zona norte de la provincia de Córdoba en esta jornada, que además es festiva en varias localidades.

Villanueva del Duque

Por ejemplo, en Villanueva del Duque se celebra después del Domingo de Resurrección la conocida Fiesta de las Mozas, en la que tres jóvenes solteras y mayores de 14 años se convierten durante dos días en protagonistas absolutas de la localidad.

En concreto, estas mozas son la hermana mayor de la Virgen de Guía, a la que acompañan la saliente y entrante en el cargo en una especie de corporación a la que solamente pueden pertenecer mujeres. Su origen está en la promesa que las familias realizaban a la Virgen cuando un familiar había padecido alguna enfermedad o accidente grave.

Los festejos de esta tradición comienzan en la tarde del domingo con el traslado de Jesús Resucitado hasta la ermita. La celebración más importante, no obstante, se desarrolla el Lunes de Pascua, cuando la tranquilidad de la localidad se rompe por la mañana con el repicar de las campanas de San Mateo y el olor a pólvora de cohetes y disparos de escopeta anuncian la procesión de la Virgen de Guía. La tradición dicta que, en los tres años que sirven a la patrona, las mozas no pueden casarse.

El Viso

En el pequeño municipio de El Viso, por su parte, tiene lugar cada Lunes de Pascua la también tradicional romería de Vallehermoso, en la que no falta una misa en la ermita y la degustación del hornazo, elaborado a base de masa de pan, azúcar y un huevo cocido en medio.

Misa en la romería de El Viso.

La fiesta que se celebra durante buena parte de la jornada se celebra en el parque forestal Huerta de Los Frailes, situado a unos siete kilómetros de la localidad, que se acondiciona para la ocasión.

Pedroche

En Pedroche, el Lunes de Pascua es sinónimo de la Función de los Soldados. La jornada ha comenzado en el Ayuntamiento con la presentación de los nacidos en el año y, posteriormente, hay una misa en la ermita de Piedrasantas.

La fiesta es una tradición singular que se celebra en esta pequeña localidad y en la que después de la misa, los que hacían la mili entonces sacaban a la virgen en procesión en el entorno del santuario.

En concreto, esta fiesta rememora a Clarilla, enamorada de su novio Manuel Pastor Regalón, Manolete el Molinero, que prometió a la Virgen que si éste volvía de la Guerra de Marruecos le ofrecería una misa. Cuando éste regresó, la dueña de la casa donde trabajaba Isabel Clara, Francisca Gallardo, costeó la eucaristía, que en realidad se celebró en la capilla de la Soledad de la parroquia del Salvador. Pero, por la tarde, marcharon todos los soldados licenciados al santuario junto a Manuel. Uno de ellos, Mariano elde las Merinas, amenizó la velada tocando una corneta.

Así que, desde 1917, los soldados licenciados o los que lo serían se congregan en el pequeño templo para, según la tradición, darle gracias a la patrona porque todo haya ido bien. Sólo hubo un paréntesis sin fiesta: desde 1937 hasta 1940 con motivo de la guerra civil. Actualmente, aunque el fin no es el mismo, se mantiene la fiesta, con el añadido de que ahora también participan de ella las mujeres. 

El año la también conocida como fiesta de los reencuentros no fue como se esperaba. El Ayuntamiento pedrocheño decidió suspender la recepción oficial prevista a los nacidos en los años 1999, 2000 y 2001 como "medida de protesta" a los "actos vandálicos y los atentados contra la propiedad" realizados por los quintos durante la noche anterior.