Subbética

Lucena rebasa los 1.000 contagios por covid-19 desde el inicio de la pandemia

  • La aparición de cuatro casos en Las Navas del Selpillar obliga a imponer en esta aldea el decreto de restricciones vigente en Lucena

  • El Ayuntamiento sopesa eliminar limitaciones sociales, tanto en espacios públicos como en instalaciones deportivas cubiertas

Plaza Nueva, en Lucena.

Plaza Nueva, en Lucena. / Juan Ayala

En algo menos de dos meses, desde mediados de agosto, Lucena ha contabilizado unos 900 contagios de coronavirus. La última actualización de la estadística oficial de la Junta de Andalucía, publicada este miércoles, notifica una, por primera vez, una cifra de cuatro dígitos y, superando el millar, la localidad de la Subbética cordobesa registra 1.016 casos totales confirmados.

La tasa de incidencia por 100.000 habitantes, hace escasas semanas, indomable, se ha estabilizado en torno a los 300 infectados y el promedio diario de infecciones fluctúa alrededor de la quincena.

Fuentes municipales apuntan que la moderación de la virulencia del SARS-CoV-2 implicará una nueva minoración de las restricciones sociales a partir de este sábado, puesto que el viernes expira el último decreto municipal, aprobado el 1 de octubre. Entre otras decisiones, las formaciones políticas barajan suprimir las limitaciones que incumban a la actividad económica.

Así, la ocupación de los veladores regresaría al 100% y la hora de cierre de las terrazas recuperaría su máximo ordinario, es decir, la una de la madrugada. Esta última modificación conllevaría, por consiguiente, demorar 60 minutos el inicio de la prohibición de compartir reuniones en la vía pública prolongada hasta las 07:00. Asimismo, es probable la reapertura, con determinadas condiciones, de las instalaciones deportivas cubiertas y de otros espacios interiores.

Por el contrario, el surgimiento de cuatro casos de covid-19 en Las Navas del Selpillar, aldea libre de la pandemia desde hace semanas, ha motivado que el regidor rubrique una resolución que replica, en esta pedanía, la vigencia, durante una semana, como mínimo, del decreto que rige actualmente en Lucena.

La primera oleada de la pandemia deparaba en el municipio unos 90 diagnósticos de covid-19 y tres fallecimientos, acaecidos entre el final de marzo y principio de abril. En consonancia con la fase original, la segunda manifestación expansiva del virus retrasó su inicio, desatándose avanzado ya agosto. El Ayuntamiento reanudaba, el día 21 de este mes, la comisión especial sobre la alerta sanitaria y, jornadas después, el alcalde, Juan Pérez (PSOE), instaba a limitar los grupos de convivencia y la Policía Local intensificaba la vigilancia en los mercadillos y fiestas privadas.

Los cinco grupos políticos unidos, una foto inédita

La multiplicación de los contagios, progresivamente, colocó a Lucena, con unos valores próximos a los 1.000 casos por 100.000 habitantes –hasta 989-, en el tercer lugar de la estadística que ordenaba a las ciudades españolas más golpeadas, en la segunda oleada, por la epidemia. Los hospitalizados lucentinos en el Infanta Margarita de Cabra ocupaban prácticamente dos plantas –más de 30 camas- y varios de ellos habían sido derivados a la UCI.

Entre la primera y la segunda quincena de septiembre, el lapso más crítico y de mayor desasosiego, hasta cinco vecinos fallecieron víctimas del coronavirus en siete días. En total, aunque Salud confirma nueve defunciones, Lucena acumula 11 decesos, ocho de ellos desde el 11 del mes pasado. Y, el infausto día 21, el indicador de contagios diario alcanzó un máximo tembloroso, con 226 positivos. 

Un panorama desesperante que alentó al alcalde a solicitar a la Junta la aplicación restricciones de la movilidad arbitradas, ahora, en municipios como Linares, Almodóvar del Río o Casariche. La administración autonómica optó por desarrollar un cribado masivo al que acudieron, de un total de 1918 ciudadanos citados, 921. Tres de ellos dieron positivo.

Esta excepcional coyuntura, por sus inexorables y punzantes efectos sanitarios y económicos, gestó una imagen insólita y de difícil repetición. Los cinco portavoces de las fuerzas políticas del Consistorio y el propio alcalde protagonizaron una rueda de prensa conjunta. Anunciaron las medidas más severas, que coartaban a distintos sectores. Desde entonces, la transmisión descontrolada del coronavirus empezó a remitir.

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