Una dilatada pretensión, pendular en su notoriedad durante los últimos años, culminará en los próximos meses. El yacimiento íbero-romano de Morana incrementará el patrimonio cultural y arqueológico de Lucena antes de que finalice 2022. El Ayuntamiento y el propietario de los terrenos han concertado un “principio de acuerdo” confirmado por el propio alcalde, Juan Pérez (PSOE); el importe ya cerrado de la compra ronda los 300.000 euros.

Hace unas semanas, la Comisión de Cultura y Patrimonio de la Junta autorizaba la segregación de la finca donde se ubica esta zona histórica datada en la etapa final de la Edad del Bronce. Una resolución administrativa que ha agilizado, definitivamente, la adquisición por parte del Ayuntamiento de la superficie afectada, situada en el entorno de la pedanía de Jauja y del paraje natural de la Laguna Amarga.

La rápida y satisfactoria conclusión de las negociaciones escapaba a las previsiones del propio equipo de gobierno socialista. En los presupuestos del actual ejercicio económico ningún epígrafe consigna financiación para esta inversión, lo que se corregirá con los correspondientes expedientes de transferencia de crédito.

El desembolso asumido por el Ayuntamiento engloba una cantidad de 245.000 euros más impuestos. En consecuencia, el gasto superaría los 290.000 euros. El primer edil lucentino explica que la petición del Consistorio se resume en un “plan de gasto plurianual” dividido en tres cursos y que terminaría en 2024.

En principio, la primera entrega “oscilará en torno a los 50.000 euros”, en este mismo año 2022. Seguidamente, el grueso de la operación, con más de 100.000 euros, se emplaza en 2023 para, en último término, abonar 80.000 euros en 2024.

Actualmente, personal técnico del Ayuntamiento confecciona “un modelo de convenio o contrato”, según determinen los servicios municipales, que, luego de una verificación pertinente por parte del gabinete jurídico y la ulterior ratificación de las partes implicadas, habrá de ser ratificado por el Pleno.

Pérez elogia que el titular de la propiedad privada “ha prestado todo tipo de facilidades” e, incluso, en la última fase de las conversaciones bilaterales, “ha incorporado otra pequeña cuña” a la parcela originaria, “adquirida recientemente” y “la dona, la incluye en el acuerdo por el mismo precio”.

La conclusión completa del expediente, hasta su debate y aprobación plenaria, se vaticina “en meses”. En este tiempo, puntualiza el alcalde lucentino, “hay que buscar la cantidad que falta, en torno a unos 40.0000 euros”. Antes de la despedida de 2022, el Ayuntamiento “tomará posesión” de este yacimiento arqueológico.

El presupuesto municipal del presente ejercicio, en un planteamiento ya anticuado, reflejaba, para un montante de 231.622 euros, la utilización, para la compra de Morana, de 120.000 euros en 2023; y ultimar el desembolso en 2024 con un importe de 111.622 euros.

En el primer trimestre del año 2000, este yacimiento, originariamente un recinto fortificado, era declarado Bien de Interés Cultural. Distintas investigaciones han confirmado que en las laderas de Morana permaneció un asentamiento humano en el siglo IX antes de Cristo.