Brindis al sol
Alberto González Troyano
Mejor por escrito
Subbética
Un declive más estructural y, probablemente, intrínseco, que coyuntural puesto que los periódicos y aislados análisis aprecian en las discontinuas crisis económicas y en la excepcional e imprevisible pandemia detonantes y agravamientos de las dificultades “endémicas” que entorpecen la viabilidad del comercio, pequeño y mediano y, por definición, de proximidad, en Lucena.
Una realidad, examinada y aceptada, que incita a las pymes del Centro Comercial Abierto lucentino a marginar el conformismo y explorar soluciones generales y permanentes a unos establecimientos que “dan vida y economía” al conjunto de la ciudad, como expone Antonio Rabasco, presidente de la asociación Eliossana, gestora de una organización implantada en una superficie de más de 10.000 metros cuadrados.
Cuando las previsiones racionales atisban una remisión definitiva de la sacudida incalculable del covid-19, esta agrupación de más de 130 comercios emprende el diseño y la implementación, desde una concepción público-privada, de un Plan Impulsa que emana con los objetivos de formular estrategias, desarrollar políticas de actuación, analizar datos, guiar acciones orientadas a lograr la implicación del comerciante en un proyecto de consolidación y aumentar la capacidad de atracción municipal y área de influencia.
Antes de abordar y culminar una diagnóstico considerado troncal y base esencial de ulteriores decisiones, desde el CCA ya anticipan, como elementos cardinales, en el incremento y la fidelización de los clientes -locales y de la comarca-, el fortalecimiento de la digitalización y la exposición de un repertorio diverso y complementario de “experiencias” que trascienda de la sustancial adquisición de productos o servicios.
Insiste en negar, Antonio Rabasco, la teoría de las depresiones circunstanciales o transitorias, y habla, de forma meridiana, de “una crisis permanente, durante mucho años”, con causas concatenadas, precisa, como el auge y la centralización de las compras en las grandes superficies, la penetración imparable de Internet y, finalmente, la irrupción implacable del covid-19.
“El comercio debe cambiar”, sentencia el máximo responsable de la entidad Eliossana. Y emite dos reflexiones sorprendentes. En su opinión, “el precio no es el factor fundamental” y sostiene, de otro lado, que los recintos de amplias dimensiones “también están perdiendo clientes”.
Rechaza, y lo remarca con insistencia Rabasco, reprochándole al Ayuntamiento su últimos acuerdos, que “se hagan proyectos sin tener en cuenta las necesidades del comercio” y desliza, sin precisar su insinuación, que, desde la administración municipal, “se priorizan otros intereses que no son los que al comercio interesan”.
Alberto Lora, responsable de Fomento y Desarrollo Empresarial en el equipo de gobierno durante la baja maternal de Teresa Alonso, replica que aunque, el método del convenio directo ha sido excluido por la oposición de “algunos grupos políticos” ya que “parece que crea problemas”, el Ayuntamiento siempre conserva su voluntad de “colaborar con ellos y sus proyectos”. Al menos ahora, el Consistorio aboga por recibir, individualmente, proposiciones del CCA, “estudiar cada actividad y estudiar la mejor manera para hacerla, como con todo el mundo”, aunque, eso sí, advierte, ha de prevalecer “lo más beneficioso para el Ayuntamiento, los comerciantes y los lucentinos”.
Una profusa y heterogénea representación de propietarios y gerentes del comercio y de la industria conforma el equipo técnico que encarrilla este programa global en cuyo avance y materialización también participará una mesa técnica compuesta por técnicos de la administración local y miembros de colectivos locales. El CCA, además, ha requerido la contribución de profesionales externos y cualificados.
Vicente Briones, dueño de Toy Planet, defiende que el potente relanzamiento pretendido persigue “volver a hacer a Lucena cabeza de comarca” en el segmento comercial “como lo ha sido en los últimos 50 o 60 años” y respalda la pertinencia y relevancia de “realizar proyectos conjuntos con el ayuntamiento para llegar a un buen fin”.
Otras aspiraciones del Centro Comercial Abierto consisten en aunar “locomotores comerciales y turísticos” y propiciar “el flujo de clientes”, por ejemplo, en el Mercado de Abastos, así como “crear y diseñar espacios urbanos amables, confortables y cómodos”, proponiendo, para ello, la creación de un Plan de Usos Comerciales. De igual modo, propugnan “mediar entre los grandes tenedores de locales comerciales, ayuntamientos e inmobiliarias y confeccionar un observatorio comercial”.
La secretaria de esta corporación, Sierri Tienda, cita, como ideal irrenunciable “darle más visualización a la mujer emprendedora” a fin de “reforzar su imagen poner en valor sus proyectos y logros”.
Finalmente, desde una visión más inmediata, para “salvar el comercio”, el Centro Comercial Abierto de Lucena, antes de final de año, retomará actividades como los Días Mágicos, Los Muros Hablan, la “potenciación” de la web propia y, con un modelo mixto, presencial y telemático, Halloween y Black Friday la Feria de los Eventos, Feven. Paralelamente, se promocionará la campaña Lucena, ven y llévatela y la campaña de bonos consumo Circula.
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