La corrección del trazado y la configuración de la obra de remodelación de la calle Álamos de Lucena, en un tramo de unos 15 metros, ha comenzado durante la ejecución de la propia actuación insertada en el Programa de Fomento del Empleo Agrario.

La impresión de inseguridad de los vecinos, alarmados por la desmesurada angostura del sector definido como acera, y las consiguientes reivindicaciones manifestadas ante el Ayuntamiento han originado la alteración de una zona, focalizada en el número 66 de esta calle, donde la sección concebida como acera, en una composición de plataforma única, quedaba restringida a unos 40 o 50 centímetros.

El Servicio Público de Empleo Estatal, organismo responsable de la autorización del proyecto, ha aceptado la petición del Consistorio de abordar hasta el 18 de agosto, fecha estipulada para el final de esta intervención, la modificación decidida por la delegación municipal de Obras.

El concejal del ramo, César del Espino (PSOE), ha explicado que el SEPE ha concedido al Ayuntamiento "ampliar el plazo si lo necesitamos”, en alusión a los trabajos contemplados en la modernización integral de la calle Álamos entre las calles Santiago y Peñuelas.

Sobre los cambios en la zona que ha generado una extendida controversia, enfrente de la calle Ceperos, y que también implicarán la eliminación de aparcamientos y el afianzamiento de unos pivotes que protegen a los peatones de los vehículos, desde estos días, los propios operarios contratados a través del PFEA ya acometen las primeras labores con la finalidad de extender la acera a unos 85 centímetros.

Una vez finalice el período estipulado al principio de la obra, en el pasado otoño, el Ayuntamiento tratará de agilizar la contratación de una empresa externa al objeto de culminar la materialización de esta rectificación.

“Todo lo que adelantemos es dinero que se ahorra el Ayuntamiento y los lucentinos”, ha remarcado el edil socialista. Aunque por el momento se desconoce el precio exacto a afrontar con presupuesto municipal, Del Espino ha avanzado que “el importe es tan pequeño que no va a salir a licitación y no va a tener trascendencia ninguna”. Por lo tanto, el gasto nunca excederá de los 40.000 euros fijados como tope en la tipología de contratos menores con invitación a las empresas.

Finalmente, el concejal de Obras y Urbanismo ha asegurado que, en los últimos días, tras distintas revisiones, matices y aportaciones, esta modificación se emprenderá “de una forma” que supondrá “el menor coste posible, tanto en los trabajos a realizar como en el coste mismo”.