Subbética

Dos años decisivos en el futuro de Lucena tras una pandemia gobernada desde el consenso político

Ayuntamiento de Lucena.

Ayuntamiento de Lucena. / M. González

Una fotografía insólita, y probablemente irrepetible, estampa la excepcionalidad imperante en los 15 meses entre los 24 que componen la mitad del ciclo político 2019-2023 en Lucena. La desesperación se apoderó de la población. La tasa de contagios, una de las más empinadas del panorama nacional, aumentaba sin cesar hasta circundar los 1.000 puntos. Era martes, 22 de septiembre de 2020, y el alcalde y los cinco portavoces políticos comparecieron unidos, en el salón de plenos, ante la necesidad de reforzar un mensaje colectivo de responsabilidad; asumir, conjuntamente, el desgaste de unas decisiones “muy restrictivas”; y evidenciar, con una escena extraordinaria, la inusitada gravedad sanitaria.

A salvo de las recurrentes disensiones, a veces, quizás, impostadas, la armonía y el consenso han preponderado entre el pentágono de grupos políticos en la imprevisible gestión de la pandemia. La crispación ostensible en el anterior cuatrienio menguó, incluso, con anterioridad a la sacudida de la crisis del covid-19 y el clima se recondujo hacía posiciones de entendimiento y avenencia.

La irrupción del coronavirus no ha supuesto el único condicionante trágico -40 decesos y 3.742 infectados- de este bienio. Los fatales presagios terminaron de conmover al Ayuntamiento y a la ciudad el 27 de febrero de 2020 con el fallecimiento de Manuel Lara Cantizani, concejal socialista y referente emocional y polifacético del gobierno municipal. Su alcalde, amigo íntimo antes que compañero inseparable en la administración local, hubo de abordar una notable reestructuración de su organigrama.

El apoyo de Izquierda Unida en la investidura confirmó, el 15 de junio del 2019, el inicio del tercer mandato del alcalde socialista Juan Pérez. Desde que sucedió a José Luis Bergillos, el actual regidor nunca ha manejado una mayoría absoluta –en sus primeros cuatro años incluso había ganado el PP, con empate en actas- e, indefectiblemente, los pactos y los acuerdos han guiado sus decisiones y modelo de gobierno.

En estos dos años, la preferencia del grupo socialista ha virado desde la izquierda hacia el centro-derecha. El voto del único concejal de IU, Miguel Villa, garantizó la investidura y la aprobación de los primeros presupuestos mientras que en diciembre del 2020 tanto Ciudadanos, con un acuerdo sellado previamente, como el PP afianzaron las cuentas del gobierno municipal.

El fomento del empleo entre los jóvenes y los mayores de 45 prevalecía, como propósito reiterado, en el programa electoral, denominado Creando Contigo Lucena, que diseñó el PSOE en los comicios del 2019. La principal localidad de la provincia, sólo por detrás, en población, de la capital, se asoma a junio con 193 parados menos, la bajada del desempleo más pronunciada desde diciembre del 2017. La comparación con las cifras anteriores a la pandemia confronta esta prometedora expectativa. En febrero del 2020, Lucena computaba 700 parados menos que al término de mayo. Actualmente 4.849 vecinos de Lucena desean trabajar y les resulta imposible. En junio del 2019 eran 3.992.

El período 2021-2023, clave para la culminación de varios proyectos

Este municipio de casi 43.000 habitantes arrastra, desde hace años, numerosos proyectos pendientes, de prominente trascendencia y que suelen compartir connotaciones históricas. La ralentización administrativa de estos dos años, como razón o pretexto, convierte en decisivo el período 2021-2023 para la culminación o impulso definitivo de determinadas iniciativas inaplazables.

La reconstrucción de las conducciones de saneamiento del sector oeste del municipio, ya avanzada en varias de sus fases; y la reestructuración de la captación del agua desde el Manantial de Zambra, aún sólo en documentos preliminares, suponen dos actuaciones cruciales en la actualización de los recursos comunes. Ambas actuaciones quedaron plasmadas en el acuerdo de investidura entre PSOE e IU.

El acercamiento y descentralización de los servicios públicos a los barrios, otra promesa abanderada por el PSOE, carece de elementos tangibles y el incremento del parque de vivienda pública entraña otra necesidad palmaria y primordial.

La reorientación y la aceleración concluyente de la investigación en el yacimiento arqueológico de la Cueva del Ángel, enclave patrimonial privilegiado y adormecido sin un futuro diáfano, ha de constituir una prioridad para la totalidad de la Corporación.

Otros objetivos sí destilan certeza como el Pabellón Polideportivo de la zona oeste, después de la renuncia unilateral de la empresa; la reconversión turística del alfar romano de Los Tejares; el futuro Parque Europa, un área verde de varias hectáreas; o, en menor medida, el aparcamiento subterráneo de las antiguas Bodegas Víbora. La inviabilidad económica impide, hasta la fecha, la rehabilitación tanto de este edificio como de otros inmuebles históricos.

Un montante de 2,5 millones empleados en la crisis sanitaria

La recapitulación de las imposiciones del covid-19 cuantifica en 2,5 millones el dinero extraído de las arcas municipales, entre 2020 y 2021, para “reaccionar a las exigencias”, sentencia el alcalde, Juan Pérez, y “atender a las necesidades más urgentes”.

El ocaso de esta etapa política coincidirá con la finalización del programa Edusi Lucena Cohesionada. El municipio administra 6,25 millones en un “gran reto” que, opina Pérez, “se ha compatibilizado” con las acciones perentorias de la pandemia.

Hasta junio del 2023, el primer edil socialista pretende “reforzar las claves estratégicas” que cimentan y relanzan a Lucena, desde los planos industrial, comercial y turístico. Pérez cuantifica en más del 50% el grado de ejecución del programa electoral ideado en 2019 y ratifica que el progreso del municipio se sustenta en una ciudad “más próspera, igualitaria, accesible, sostenible y de futuro”.

La principal fuerza de la oposición culpa al equipo de gobierno de recurrir al desastre sanitario, como “la excusa perfecta”, para ocultar “la inacción y la parálisis manifiestas”. Francis Aguilar, portavoz del PP, aprecia “debilidad” en el grupo socialista y responsabilidad al alcalde de errar en “los nombramientos y, lo que es peor, mantenerlos”. El “abandono” de los barrios y la dilación de la Oferta de Empleo público resaltan entre las omisiones señaladas por el PP. En cambio, celebran la celeridad conferida, desde la Junta, a demandas remotas como la sede judicial y el hospital público.

Fruto de “la actitud abierta e integradora” de Juan Pérez, reconocen desde Ciudadanos, han fraguado con el PSOE “multitud de acuerdos”. Entre ellos, ideas originarias de los naranjas, recuerda el portavoz, Jesús López, como la Feria de la Primavera; la campaña de bonos-consumo; rebajas fiscales y exención de tasas dirigidas a los hosteleros. En sentido opuesto, CS reclama a los socialistas “más organización, diligencia, originalidad y constancia”.

Un “suspenso alto” concede Vox al gobierno local socialista. Esta opción política entiende que ha efectuado una “oposición constructiva”, incide Antonio Hidalgo, portavoz. Remarca su disconformidad con el gasto de 140.000 euros en el cuarto Plan de Igualdad porque “la situación económica es muy vulnerable” y prefieren emplear ese desembolso en “ayudas”. Manifiesta Vox que “quedan muchas cosas por hacer” como proyectos que “tantos años han estado en el limbo”, en alusión a la conducción del agua; la construcción de aparcamientos; y el Parque Europa.

Y la “descoordinación” observada por Izquierda Unida, opina su concejal y portavoz, Miguel Villa, “es mayor que nunca”. Este grupo municipal también le reprocha al equipo de gobierno su “ineficacia” con “multitud de proyectos”. Unas consideraciones constatadas en “raquíticas ejecuciones de los presupuestos”. Sobre el rumbo elegido, IU sostiene que el PSOE ha girado desde la preponderancia de los acuerdos políticos con IU a la negociación aislada de “partidas concretas” con Cs.

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