Investigan el apedreamiento a un autobús de un club de fútbol juvenil

Moriles

El equipo denuncia que varios desconocidos lanzaron piedras contra el autocar en el que viajaban después de un partido en el que tuvo que intervenir la Policía

Así quedó una de las lunas de cristal del autocar.
Así quedó una de las lunas de cristal del autocar.
Á. R.

03 de febrero 2009 - 05:01

La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer el presunto apedreamiento que sufrió un autobús que transportaba a un equipo de fútbol juvenil en la localidad de Moriles el pasado sábado. Según informaron ayer fuentes del Club Deportivo Atlético Nueva Carteya, la agresión se produjo alrededor de las 20:00, cuando el autobús -en el que viajaban 25 personas, entre ellas un grupo de jóvenes de entre 16 y 18 años-, fue adelantado por un turismo en una carretera secundaria después de finalizar un partido que enfrentó a esta formación con el Club Deportivo Moriles.

El vehículo, al parecer, se detuvo en la calzada y del mismo salieron varias personas que apedrearon al autobús en plena marcha. El transporte colectivo siguió su marcha, aunque unos minutos más tarde fue sorprendido por otro turismo atravesado en la carretera. Las mismas fuentes informaron de que en ese momento se produjo un nuevo apedreamiento, por lo que los jugadores tuvieron que tirarse al suelo para evitar el impacto de algunas piedras que consiguieron atravesar los cristales de las ventanillas. Al llegar a Nueva Carteya, los ocupantes denunciaron los hechos ante la Policía Local y la Guardia Civil, que ya ha iniciado una investigación.

Por suerte, ninguna de las personas que viajaba en el autocar resultó con heridas, aunque las "escenas de pánicos vividas" causaron una crisis de ansiedad a la conductora, que precisó de asistencia médica. El partido que enfrentaba a los dos clubes fue "caliente", según el calificativo que usaron fuentes del Atlético Nueva Carteya, hasta el punto de que miembros de la directiva reclamaron al árbitro presencia policial por el temor a que pudieran producirse disturbios. Al término de la contienda -que terminó en empate a dos goles-, los jugadores tuvieron que ser escoltados por los agentes.

El partido se preveía con problemas, según la fuentes consultadas. Días antes, de hecho, el Instituto Armado había recibido una denuncia por unos correos electrónicos supuestamente amenazantes que habían recibido varios integrantes del Club Deportivo Atlético Nueva Carteya. La directiva reclamó ayer que se tomen "las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir y que los causantes de este hecho sean castigados en su justa medida".

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