Historia triste de un piano de cola

Cómo esconder un piano sin que te pillen. Podría ser el título gracioso para una historia simpática en la ficción. La pena es que de ficción nada, sino que es real. Quienes frecuenten el Palacio de la Merced, sede de la Diputación de Córdoba, habrá subido y bajado las escaleras del patio principal en infinidad de ocasiones. Seguro. Sin embargo, ni por asomo podrían pensar que bajo esas escaleras se oculta un trastero y que en el interior de mismo ha estado olvidada, maltratada y abandonada una pieza de gran valor: un piano de cola. El hallazgo lo ha dado a conocer el diputado provincial del PP Manuel Gutiérrez, responsable a su vez del Área de Régimen Interior de la institución provincial, quien precisó ayer que este instrumento tiene en la actualidad un coste de 120.000 euros aproximadamente.

Gutiérrez narró que en su departamento tuvieron conocimiento de que allá por 1984 -hace ahora 28 años- la Diputación cordobesa adquirió un piano de cola de marca Kawai y otros dos más pequeños, al objeto de que sirvan a los municipios. Tras la localización del expediente y de los documentos que acreditaban su compra, Régimen Interior inicia la búsqueda de los tres pianos. "Uno de ellos lo localizamos en los Colegios Provinciales del Parque Figueroa, mientras que el otro pequeños sabemos que se envió a algún municipio, aunque no sabemos a cuál y lo estamos intentando ubicar".

Restaba por encontrar el piano de cola y las pistas y algunos testimomios les llevó al trastero bajo las escaleras del Patio Barroco del Palacio de la Merced. Restos de obra, latas de pintura y otros enseres tapaban la valiosa pieza, olvidada en este lugar durante años. Gutiérrez criticó la "falta de sensibilidad" de los anteriores gobernantes socialista de la institución por permitir hechos como este y, aunque no lo pudo confirmar, mostró su sopecha de que "probablemente" ha sido en la etapa 2007-2011 cuando se ha dejado en el total olvido este piano de cola.

El diputado dijo que algunos músicos profesionales "no sólo sintieron pena, sino que se le cayeron hasta las lágrimas" cuando vieron el estado en el que se encontraba el instrumento y se han comprometido a afinarlo y a dejarlo en perfectas condiciones de uso. De momento, la idea del Gobierno provincial es llevarlo al salón de actos de la Merced y que tenga el mayor uso posible y encontrar un final feliz a la historia triste del piano de cola.