Desde finales de julio, la Guardia Civil ha intervenido más de 120 kilos de marihuana, ha detenido a nueve personas por delitos contra la salud pública y ha desarrollado nueve operativos especiales para acabar con el cultivo ilegal de esta planta. En este tiempo, y coincidiendo con los meses de cosecha del cannabis, el instituto armado ha intensificado sus investigaciones en viviendas particulares y casas rurales en las que sospechaba que se pudiera estar cultivando de manera ilegal esta droga, con el objetivo de ser vendida en el mercado negro.

Las intervenciones policiales de estos dos últimos meses han sido espectaculares, como demuestran las imágenes que ha distribuido la Guardia Civil. El último operativo que ha llevado a cabo el instituto armado se ha desarrollado esta semana en una barriada marginal de Baena. En la intervención policial, los agentes han descubierto plantas de marihuana de más de cuatro metros de altura. En concreto, los agentes han localizado 35 plantas de marihuana que han arrojado un peso de 28,5 kilos. La droga intervenida podría haber alcanzado un precio en el mercado superior a los 22.000 euros.

En este operativo, denominado operación Cogollo, la Guardia Civil ha detenido a dos personas -D. F. C. de 30 años y M. A. H. de 27- que cultivaban estas 35 plantas de marihuana en los patios de sus propias viviendas, en un barrio marginal de Baena. A uno de ellos, D. F. C., cuenta con diversos antecedentes policiales y dos arrestos anteriores por otros delitos contra la salud pública.

Ésta ha sido una de las grandes intervenciones contra el cultivo de marihuana del verano, pero no la más importante. A finales de julio, los agentes de Peñarroya-Pueblonuevo localizaron a un padre y a un hijo tras encontrar en la vivienda de uno de ellos 27,5 kilos de marihuana. Unos días más tarde, en Espiel se localizaron 54 ejemplares de dos metros de altura, que incluso disponían de riego por goteo y cuyas hojas, tras su pesaje, sumaron siete kilos.

Pero una de las intervenciones más espectaculares tuvo lugar en una vivienda particular de Aguilar de la Frontera, donde la Guardia Civil necesitó un camión para cargar con toda la droga intervenida. En concreto, los agentes localizaron una plantación con algunos ejemplares que superaban ampliamente los cuatro metros de altura. Sin embargo, la droga era de poca calidad y tan sólo arrojó un peso de cinco kilos.

Antes de la última intervención en Baena, la Guardia Civil halló en una vivienda de Bujalance 20 plantas de marihuana que arrojaron un peso de 19,5 kilos. En esta ocasión, los agentes se encontraron con la plantación casi por casualidad, ya que entraron hasta este domicilio para detener a un hombre que había sido acusado de maltratar a su esposa.

Por otra parte, en La Rambla ha sido la Policía Local la que ha asestado un duro golpe al menudeo de droga del municipio. A finales de agosto, los agentes detuvieron a un hombre que tenía sembrados seis kilos de marihuana en su azotea.