Declaración como BIC

Fuente Obejuna, un escenario entre la historia y la leyenda

  • Cultura inicia el expediente para proteger los sitios históricos vinculados a la revuelta que en 1476 dio muerte al comendador y que teatralizó Lope de Vega

Representación de 'Fuenteovejuna' el pasado agosto.

Representación de 'Fuenteovejuna' el pasado agosto. / El Día

En Fuente Obejuna se amalgaman historia y literatura, verdad y leyenda. La villa del Alto Guadiato está a punto de engrosar el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de sitio histórico por la valía de los lugares vinculados a la obra teatral inmortalizada por Lope de Vega y que, desde hace varias décadas, los propios vecinos se encargan de revivir. Los sucesos reales en los que se basa el drama se produjeron en la noche del 22 al 23 de abril de 1476, cuando la población se levantó contra Gómez de Guzmán, comendador mayor de la Orden de Calatrava, y le dio muerte.

En 1614, el genial escritor del Siglo de Oro transformó el conflicto en un inmortal triángulo amoroso en el que el pueblo mellariense ajusticia al gobernante por sus abusos a Laurencia, una joven que encarna la inocencia y el amor frente a la tiranía. Aunque las fuentes históricas desnudan de romanticismo la narración –son innegables los intereses políticos que hubo tras la toma de la villa–, lo cierto es que para la posteridad han quedado varios dichos extractados de los diálogos de la obra y que han adquirido carácter universal. “¿Quién mató al comendador? Fuenteovejuna señor”.

En 1925, durante la Segunda República, entre los días 23 y 25 de agosto, bajo la dirección de Cipriano Rivera, la obra se representa por primera vez en el municipio del Alto Guadiato, con Margarita Xirgú como actriz protagonista. Desde entonces y hasta 1962, por la villa pasaron artistas de renombre como Aurora Buatista, Andrés Mejuto o Analía Gadé.

Y, desde 1992, son los vecinos, descendientes de los auténticos protagonistas, quienes se meten en la piel de Fructuoso, Laurencia o Fernán Gómez, cuya cabeza pasean los aldeanos clavada en un mástil. Es el momento en que Fuenteovejuna se convierte en un “elemento plenamente identitario del propio pueblo”, afirma el historiador Fernando Penco, autor del expediente del BIC. Sobre todo, cuando la villa sale a la calle y grita aquello de “Fuenteovejuna, todos a una”.

Para Penco, que ha participado en muchos otros documentos de la Consejería de Cultura, el BIC de los sitios históricos asociados a la representación será uno de “los más potentes” de la provincia de Córdoba por su extensión y por su significación, pues se entremezclan “valores históricos, identitarios, literarios, etnológicos y artísticos”. El resultado es un “conjunto patrimonial relevante y de referencia más allá del ámbito local andaluz”.

Un completo catálogo de bienes

Entre los bienes inmuebles que se catalogan, se encuentra el espacio de la antigua ubicación de las casas del comendador, que ahora ocupa la iglesia parroquial de Nuestra Señora María del Castillo, el convento de la Presentación de María, la plaza Monseñor Miguel Castillejo y dos viviendas. Estas edificaciones ocupan el sitio de la casa-fortaleza que guarecía al comendador y a su cohorte. Su actual posición, visible desde todos los puntos y caminos de los alrededores de la localidad, aún sigue siendo predominante.

Iglesia parroquial de Santa María del Castillo. Iglesia parroquial de Santa María del Castillo.

Iglesia parroquial de Santa María del Castillo. / Fernando Penco

La iglesia, un edificio de estilo gótico erigido en el último cuarto del siglo XV, fue erigido de hecho sobre las ruinas de las casas en las que residía el comendador mayor. Las fuentes documentales citadas por Penco señalan que en el recinto ya existía una primitiva iglesia con la advocación del templo actual. El recinto conserva vistosas pinturas al fresco que decoran buena parte de las paredes, columnas y bóvedas de la iglesia y que fueron descubiertas en la segunda mitad del siglo XX. Aunque es posible que las capas de cal todavía guarden muchos de estos dibujos, es probable que formen parte del programa político-ideológico ideado por el Concejo de Córdoba y el Cabildo de la Catedral y con las que quisieron reafirmar su derecho sobre la villa, cuenta Penco.

En segundo lugar, Cultura protegerá el ámbito urbano de la representación teatral. Citada en las fuentes documentales como “plaza pública”, en la actualidad está conformada por dos espacios abiertos: las actuales plazas de Monseñor Miguel Castillejo y de Lope de Vega. Son los escenarios principales donde se representa la pieza teatral, además de ser el lugar donde los vecinos de la villa dieron muerte al comendador. En el documento de toma de posesión de la villa por Córdoba, datado los días 29 y 30 de abril de 1476, aparece descrita con bastante exactitud. Era el lugar donde se administraba justicia y acogía la picota donde los reos se exponían a vergüenza pública. Es el sitio donde ahora se erige una estatua del escultor Aurelio Teno y que conmemora la insurrección del pueblo y el pacto de silencio ante el juez inquisidor.

Varias ermitas y cuatro calles

El expediente, por último, cataloga otros espacios significativos: las ermitas de Jesús Nazareno y San Sebastián; las calles Maestra, Corredera, Santo y Córdoba, y el descansadero de la Tabla de la Lana, en el camino de Villanueva. Su incorporación se justifica debido a que se ha constatado documentalmente, explica Penco, su relación con los hechos ocurridos en 1476. Así, la ermita de Jesús Nazareno, la más antigua de Fuente Obejuna, es según la tradición donde pudo gestarse la revuelta popular.

Ermita de San Sebastián. Ermita de San Sebastián.

Ermita de San Sebastián. / Fernando Penco

De la ermita de San Sebastián, por otra parte, existen referencias documentales desde el siglo XV. Localizadas hoy sus ruinas en el subsuelo, en ella se encontraron las legaciones de Fuente Obejuna y del Concejo de Córdoba para leer y firmar las actas de la toma de la villa seis días después de los sucesos. Según recientes investigaciones citadas por Penco, en ella reposaron los restos del comendador hasta 1494, cuando fueron trasladados a un convento de la orden de Calatrava. El edificio histórico fue destruido por un rayo en 1935 y el actual es una reconstrucción.

A estos elementos se unen las cuatro arterias principales del casco antiguo: Maestra, Corredera, Santo y Córdoba. La primera de ellas fue el primer escenario de la toma de posesión y, junto a la plaza, centro neurálgico de los acontecimientos. Las demás fueron, según el expediente, “lugares predilectos para residencia de nobles y señores principales”, tal y como revelan los escudos que todavía se conservan en algunas viviendas.

Camino de Villanueva de Córdoba. Camino de Villanueva de Córdoba.

Camino de Villanueva de Córdoba. / Fernando Penco.

Junto a estos inmuebles, se declarará BIC el descansadero de la Tabla de Lana, “auténtico símbolo de la mesta local”. Forma parte de los lugares que transitaron los miembros del Concejo de Córdoba cuando promovieron la revuelta, o el propio comendador en sus tentativas estériles para apoderarse del vecino Castillo de Belmez.

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