Entrevista al alcalde de la Colonia

Francisco Javier Ruiz: "Fuente Palmera ha perdido 20 años de desarrollo por todas las charranadas que se cometieron"

Francisco Javier Ruiz, alcalde de Fuente Palmera.

Francisco Javier Ruiz, alcalde de Fuente Palmera. / El Día

Francisco Javier Ruiz afronta su tercer mandato al frente del Ayuntamiento de Fuente Palmera convertido en uno de los principales referentes de IU en Córdoba. Sobre su municipio, lamenta que las “charranadas urbanísticas” del pasado aún lastren el desarrollo de la Colonia, que ha perdido –dice– una generación completa.

–Este es su tercer mandato, de nuevo con mayoría absoluta, ¿a qué se debe este respaldo popular?

–Entiendo que es fruto de la valoración de los vecinos y vecinas de la Colonia, que están apreciando el trabajo realizado por todo el equipo de gobierno, con planificación y buena gestión, y cambiando la percepción de que los cargos públicos no podemos ser un vecino normal, alguien que intenta hacerlo lo mejor posible. Y de ahí viene ese respaldo por tercer mandato consecutivo. El alcalde no puede ser un bicho raro, sino uno más del pueblo, estar a pie de la calle.

–Dejando a un lado la pandemia del Covid-19, con todo lo que supuso, ¿qué es lo más duro que le ha tocado vivir en política?

–La gestión urbanística es muy compleja, porque al final aquí todos nos conocemos. Y, desde el punto de vista personal, a veces se viven situaciones que te afectan y que no deberían ir en el cargo. Ataques personales, incluso la quema de coches... Pero bueno, son excepciones, ser alcalde de tu pueblo es muy bonito.

–¿Hacia dónde quiere que se encamine el futuro de Fuente Palmera?

–Ante todo, quiero que sea un pueblo próspero, que propicie que haya un trabajo digno, en el que los servicios básicos, la educación, la sanidad y la dependencia, se sigan ampliando y no mermando. Y quiero que sea un pueblo atractivo para vivir, trabajar e invertir, y que en la próxima década sea un municipio de referencia.

–¿Cuáles son sus proyectos estrella para el presente mandato?

–El más importante es poner en carga el polígono de Los Fruteros, así como la obra del centro cultural polivalente y la licitación de la nueva oficina comarcal de empleo. También estamos trabajando duro para intentar reorganizar y regularizar todas las unidades urbanísticas que no se ejecutaron correctamente décadas atrás y que están suponiendo una merma importante para el desarrollo de la localidad. Todos sabemos la situación urbanística que vivió la Colonia, que poco a poco vamos resolviendo. Ya hemos hecho una innovación del suelo urbano de El Villar para darle vida a esta población, hemos culminado una innovación en suelo rústico para que la Colonia pueda tener mayor actividad agrícola, y ahora vamos a por todas en un proceso muy complejo que debe culminar con la modernización del PGOU. Todo esto va a propiciar poner en carga muchos suelos, muchas unidades, y como efecto se va a impulsar el desarrollo y un acceso a la vivienda más barato, porque en los últimos años el precio ha subido bastante.

–¿Qué puede adelantar del futuro centro cultural polivalente?

–Tenemos ya prácticamente el borrador finalizado y nuestra intención es realizarlo en una única ejecución a través de los planes provinciales de la Diputación de Córdoba y de recursos propios, quizás con el apoyo de financiación externa. La Colonia necesita contar con un equipamiento de esta envergadura cuanto antes. Hablamos de un edificio que tendrá 900 metros cuadrados y que acogerá tanto actividades lúdicas como culturales. Se construirá en el paseo de Blas Infante, junto al ciclo medio de Diseño y Moda, y tendrá un coste aproximado de 1,7 millones de euros.

–Acaba de celebrarse la feria Fuente Palmera de Boda, de nuevo con gran éxito. ¿Hacia dónde debe dirigirse el futuro de esta feria? ¿Quieren introducirle algún cambio relevante en su modelo?

–Hay que adaptarse a los tiempos, porque los mercados cambian por años, casi por días. Nosotros ofrecemos un modelo insuperable, con 10.000 metros cuadrados de exposición, pero tenemos que competir con la venta online y las grandes superficies el resto del año. El Ayuntamiento, evidentemente, va a seguir apostando por esta fórmula, y este año hemos aportado 40.000 euros de financiación directa, porque consideramos que la feria redunda directamente en el empleo, sobre todo en el sector femenino. Nuestro objetivo ahora es seguir siendo un referente. Y aunque Fuente Palmera sigue siendo el pueblo de las novias, hay que abordar el proceso para lograr que la actividad que se genera una semana se extienda al resto del año. Otro reto es adaptarnos a las altas temperaturas, pues percibimos que en esta última edición han lastrado la presencia de público en las horas centrales del día.

–En los últimos veranos, se han repetido las movilizaciones ante el déficit de los servicios sanitarios en Fuente Palmera y sus aldeas. ¿Ha solucionado Salud la situación o es ya un problema estructural?

–Lo que empezó siendo un problema coyuntural se ha convertido en un déficit estructural. Tenemos un servicio público sanitario cada vez más mermado, con consultorios médicos cerrados cada vez más horas y con un gasto que se dispara para el Ayuntamiento, que se ve obligado a financiar el coste de servicios administrativos, conserjes, limpieza... El Ayuntamiento, incluso, ha tenido que ampliar el servicio de autobuses urbanos para que los mayores puedan desplazarse a los consultorios. Todos los veranos ha habido recortes, pero este año han sido mucho más importantes, a lo que se une que arrastramos un déficit importante de personal médico. Lo peor es que esto no tiene visos de mejorar, porque Salud no ha puesto las condiciones necesarias para que los profesionales se quieran quedar. Salud no ha entendido el problema de la dispersión, ni la edad de la población en las aldeas, o que núcleos como El Villar, Ochavillo del Río o Cañada del Rabadán son más grandes que muchos pueblos de la provincia. E, independientemente de todo esto, tenemos el hospital de Palma del Río prácticamente cerrado, casi sin consultas.

–La educación es el otro gran caballo de batalla en muchos municipios. ¿Qué radiografía puede hacer en la Colonia?

–Le hemos trasladado varios años a Educación la posibilidad de modificar la normativa para que los centros escolares de las aldeas permanezcan abiertos, e incluso el Ayuntamiento se ha ofrecido a financiar el transporte escolar; para esto es necesario que Educación reduzca la ratio. Desde el Ayuntamiento, además, nos estamos volcando con la financiación de los comedores escolares, y demandamos que también se abran en Villalón y Peñalosa, porque a estos vecinos hay que darles los mismos servicios que los que ofrecen los grandes centros educativos.

–¿Qué otros asuntos tienen pendientes las administraciones con el municipio?

–La estación depuradora de Fuente Palmera y las aldeas sigue pendiente, y parte de la financiación del centro cultural depende de la Diputación de Córdoba. La Junta de Andalucía, además, debe licitar la oficina comarcal de empleo. Y de la Junta también depende el deslinde de Cañada del Rabadán, donde viven 750 vecinos. El núcleo arrastra este problema desde el proceso de colonización y esperamos que próximamente se puedan solucionar las discrepancias con Écija y marcar definitivamente los puntos de nuestro término municipal. Tenemos una propuesta muy clara y la Junta nos ha trasladado que, si hay acuerdo entre los ayuntamientos, dará el visto bueno.

–Hablaba antes de que el hecho de ser un municipio con tantos núcleos dispersos genera problemas en la gestión de servicios públicos como la sanidad o la educación. ¿Tienen en cuenta esto el resto de administraciones a la hora de decidir sus políticas?

–Ni la Junta de Andalucía ni el Gobierno central lo tienen en cuenta, de manera que solo la Diputación de Córdoba cuenta con un plan de aldeas. En la Colonia gestionamos diez colegios, diez campos de fútbol, diez ferias en verano, diez fiestas patronales... Solo la logística que esto conlleva es importantísima, porque todo se multiplica por nueve o por diez. Y las administraciones deberían de tener en cuenta que los costes se multiplican, pero en la práctica es algo que debemos asumir casi en solitario.

–Cuando llegó al Ayuntamiento, el municipio venía de encadenar varias etapas turbias de gestión. ¿Se ha superado ya totalmente el pasado?

–Se ha superado en la parte económica y, por fortuna, el Ayuntamiento ya ha saldado sus deudas. Porque una cosa es tener financiación externa para sufragar determinados equipamientos como vamos a hacer ahora con el centro cultural y otra es arrastrar deuda por impago a proveedores, a Hacienda Local o a la Seguridad Social. Eso se ha resuelto, pero los problemas urbanísticos continúan y hasta que no regularicemos todas las unidades y contemos con un nuevo PGOU no dejaremos atrás definitivamente ese periodo. Hablamos de que se hicieron charranadas y barbaridades urbanística durante años. Las unidades urbanísticas no se ejecutaban, o bien se vendían las zonas verdes o los equipamientos, y regularizar todo esto es muy costoso. Todo esto ha lastrado a una generación entera, porque hablamos de más de 20 años, lo que ha impedido que la Colonia se convierta en referente.

–El gran símbolo de ese periodo que menciona es el polígono industrial de Los Fruteros. ¿En qué situación se encuentra?

–Las obras van avanzando y creemos que en el próximo año, por fin, tendremos 25.000 metros cuadrados de suelo industrial en carga para que puedan asentarse empresas y emprendedores. Está siendo como completar un rompecabezas con las piezas ya marcadas. En la primera fase se han llevado a cabo muchos sistemas generales, la glorieta, el soterramiento de la línea eléctrica... Y ya tenemos el borrador para enajenar las parcelas municipales y que en el próximo año se pueda vender suelo. Confiamos en atender tres casuísticas: empresas que tengan la intención de instalarse aquí, aquellas que quieran ampliar y otras que deseen volver. Queremos que todas ellas tengan la posibilidad de asentarse en nuestro pueblo.

–Ahora que el polígono está a punto de desarrollarse, ¿qué aspiraciones tiene Fuente Palmera respecto a la Base Logística del Ejército de Tierra?

–Puede suponer una gran oportunidad para nuestro pueblo, y estamos presentes en todas las reuniones de la Base Logística, pues nuestra posición es inmejorable, a media hora de Córdoba, a una hora de Sevilla y a hora y media de Málaga. El entorno es perfecto para las empresas auxiliares de Defensa.

–Hablando de su partido, ¿IU va a seguir siendo IU, o perderá las siglas?

–Siempre hemos defendido en la Colonia que concurrir con otros compañeros debe ir motivado porque haya una presencia en el municipio. La alternativa en las elecciones generales con Sumar fue la correcta para aglutinar a toda la población a la izquierda del PSOE, pero en el ámbito municipal la única infraestructura que existe ahora mismo es la de IU. Es decir, la unidad es buena siempre que sea real y verdadera. En Córdoba conservamos una decena de ayuntamientos, pero hemos sufrido una merma importante como consecuencia de la pérdida del cogobierno de la Diputación de Córdoba, porque la situación en la capital lastra al conjunto. Pero contamos con buenos cuadros políticos, con grandes referentes, y tendremos futuro si somos un movimiento útil, si planteamos cosas realistas y seguimos con los pies en el suelo... 

–¿Habría que hacer un relevo en IU?

–A mí lo que me gustaría es que en nuestra formación estuviera representada toda la provincia.

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