Varias semanas de interrupciones nocturnas del suministro de agua, en sendas madrugadas periódicas, han logrado devolver a los depósitos municipales de Benamejí su nivel máximo.

La merma en la acumulación de los recursos hídricos obligaba al Ayuntamiento, en el transcurso de este verano, a ordenar suspensiones en el abastecimiento a los vecinos de este municipio de la Subbética, los martes y los miércoles, entre las 23:00 y las 06:00 horas.

Esta medida de impacto medio ha logrado el objetivo pretendido y, a comienzos de este mes de septiembre, el Consistorio ha anunciado el fin de estos cortes de agua.

La conclusión de una ola de calor ya lejana, la disminución en el consumo diario, el menor número de residentes habituales en la localidad –por la despedida de los visitantes- y, fundamentalmente, la recuperación del volumen óptimo de los depósitos han sustentado la última decisión del Ayuntamiento.

En principio, esta determinación termina sin una previsión que apunte a su reanudación en el futuro. Este panorama, agradecido por los vecinos, en modo alguno, advierte la alcaldesa, Carmen Lara (PSOE), ha de soslayar que la tesitura de sequía es “importante” porque la ausencia de lluvias es persistente y el nivel del embalse de Iznájar apenas alcanza el 25%, “el más bajo de los últimos 13 años”.

Salvo que septiembre avance con precipitaciones sustanciosas y frecuentes, ha confirmado la regidora socialista, “es muy probable” que Confederación Hidrográfica del Guadalquivir active el decreto de sequía, un escenario que implicaría “medidas extraordinarias” tanto en Benamejí como en los demás municipios del entorno. Siempre que Emproacsa reduce el flujo de la canalización de agua, inevitablemente, los Ayuntamientos “también tenemos que tomar medidas”.

Por lo tanto, el Ayuntamiento alarga una campaña de concienciación y sensibilización sobre el uso del agua y pide una utilización “responsable”. Por ejemplo, solicita evitar consumos innecesarios de energía en cisternas y lavabos y “aminorar” los riesgos domésticos.