Subbética

Cortes de agua en Benamejí ante la imposibilidad de atender la alta demanda en verano

  • El Ayuntamiento llama a la responsabilidad para "ahorrar lo máximo posible"

  • Los depósitos necesitan recuperar el nivel por la noche para que la presión sea aceptable

Un vecino rellena garrafas ante el corte nocturno de agua.

Un vecino rellena garrafas ante el corte nocturno de agua. / El Día

La localidad de Benamejí, de unos 5.000 habitantes, se está viendo obligada a imponer cortes de agua algunas noches de verano ante la imposibilidad de atender la alta demanda, pues la población aumenta y el gasto hídrico asociado al uso recreativo también se dispara. "El problema principal es que consumimos más agua que la capacidad que tienen los depósitos y, por el momento, la única solución es cortar por la noche para que se recuperen y, por la mañana, que la presión vuelva a ser suficiente para llegar a la zona alta de la localidad", explica a el Día el concejal de Aguas del Ayuntamiento benamejicense, Juan Antonio Gómez (PSOE).

El Ayuntamiento adoptó esta decisión a finales de julio y esta semana de agosto ha vuelto a aplicarla de 23:00 a 06:00 entre las quejas de los vecinos. Algunos, los de la zona alta (calles Gracia o Los Marqueses), critican que cuando abren el grifo apenas reciben un hilillo de agua; y otros se quejan de los cortes nocturnos. Mientras tanto, el concejal intenta mediar: "Estos cortes son la única solución posible para que el agua llegue en las mismas condiciones a todos".

En la localidad de la Subbética el Ayuntamiento gestiona directamente el suministro. El agua procede del pantano de Iznájar y utiliza el misma conducción que llega a la vecina Palenciana, que hasta hace poco tiempo se abastecía de sus propios pozos. "Como es la misma consducción y tiene un límite, el caudal se divide para ambos pueblos", explica el concejal.

Los depósitos, con una capacidad total de 1.200 metros cúbicos divididos en dos vasos de 600, reciben agua las 24 horas del día. Pero cuando el nivel disminuye mucho por la alta demanda, también cae la presión. Y el agua no llega a las casas de la zona alta. Es la pescadilla que se muerde la cola, por lo que la solución es cortar por la noche para que se recupere el nivel. El problema, asume el concejal, se ha agravado en los últimos veranos, debido a que Benamejí ha ido perdiendo los pozos que la abastecían.

"Hay una falsa creencia entre muchos vecinos de que aquí nos autobastecemos, pero no es cierto. El agua de nuestros pozos solo permite suministrar a la aldea de El Tejar", explica el concejal, que hace un llamamiento a sus conciudadanos para "ahorrar todo lo posible".

"Tenemos que pensar en los vecinos que viven en la zona alta, y en que apenas les cae agua cuando abren el grifo", incide. Hace unos años, la empresa provincial Emproacsa financió una actuación para aumentar la presión, pero ha resultado insuficiente. El próximo paso, avanza el edil, es abordar con la Diputación la posibilidad de amplir la conducción desde Iznájar para que el caudal sea mayor, aunque asume que esto requiere de una inversión muy elevada.

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